
René Dávila
MÉXICO.-La osteoartritis es una enfermedad degenerativa que desgasta el cartílago del hueso de las articulaciones en manos, rodillas, codos, cadera y columna causando dolor. Se estima que en México existen 800 mil pacientes incapacitados por este problema y constituye la segunda causa de invalidez en nuestro país en personas mayores de 50 años.
Con el fin de lograr un tratamiento que permita prevenir o evitar este padecimiento, que afecta a casi 2 millones de mexicanos, investigadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), unen sus esfuerzos con especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de la sede en Querétaro, para seguir avanzando en uno de los proyectos más importantes en la materia.
Carlos Lavalle Montalvo, titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del IMSS, señaló que ésta es una enfermedad crónica y degenerativa que desgasta el cartílago del hueso de las articulaciones en manos, rodillas, codos, cadera y columna, causado por dolor e incapacidad laboral.
Las personas obesas, que tienen familiares con antecedentes de osteoartritis, que practican deportes como futbol o quienes se dedican al ramo de la construcción, son los candidatos idóneos para que, a futuro, reciban el tratamiento, el cual evitará la muerte de las células llamadas condrocitos, encargados de producir el cartílago del hueso.
El especialista, quien encabeza el estudio “Inhibición de la muerte de los condrocitos por prolactina”, explicó que los especialistas del IMSS, de la UNAM y del CINVESTAV realizaron un estudio, analizando el efecto que tiene una hormona cerebral (prolactina) y que demostró tener efectividad para conservar el condrocito en buenas condiciones e impedir su muerte.
El conocer esto hace que en el futuro se pueda aplicar la prolactina directamente en la cavidad articular afectada y así evitar la muerte de las condrocitos. La investigación fue publicada en 2006 por la revista Journal of Endocrinology, la cual resalta su relevancia “por analizar una de las pocas moléculas que disminuye la muerte de las células que forman el cartílago, los condrocitos; la investigación de un recurso terapéutico para inhibir su muerte, puede tener potencialmente un efecto favorable para detener el progreso de la enfermedad.
También mereció su publicación en Journal of Cell Science, revista de alto impacto en el ámbito científico.
La osteoartritis, al ser una enfermedad crónica como la diabetes mellitus, no tiene ningún tratamiento de tipo curativo, y lo que se hace en la actualidad, a nivel mundial, es tratar al paciente para calmar el dolor con analgésicos y la realización de intervenciones quirúrgicas.
Los especialistas del IMSS realizan diversos procedimientos, comenzando con el uso de antiinflamatorios, para detener la dolencia; si ya existe deformidad en la articulación, se corrige con aparatos ortopédicos como plantillas, rodilleras, así como el uso de muletas o bastones.
Si el paciente llega a recibir atención cuando la enfermedad está avanzada, el médico practica una cirugía preventiva, por ejemplo, cuando hay deformidad de la rodilla conocida como “piernas de charro”, para evitar la osteoartritis de las rodillas; la cirugía curativa, se hace en un corte del hueso para corregir la articulación y, finalmente, se coloca una prótesis dentro de la parte del cuerpo afectada, habitualmente en cadera, columna lumbar y cervical.
Ante síntomas como dolor, rigidez y aumento de volumen en las articulaciones, limitación del movimiento de las partes del cuerpo afectadas o deformidad, es necesario acudir de manera inmediata al especialista para detener el progreso de la enfermedad.
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