LA CARNE DE CERDO MEXICANA TIF ES UNA EXCELENTE FUENTE DE PROTEÍNAS Y VITAMINAS
René Dávila
MÉXICO.-Reportes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destacan que la carne de cerdo es la más consumida en el mundo. El consumo per cápita alcanza 40kg al año en países como Austria, España, Dinamarca, y Alemania, donde la difusión de información sobre los atributos y los métodos de producción han desterrado los mitos entorno a la carne de cerdo.
En nuestro país, la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM), organismo que agrupa al 90% de los productores de carne de cerdo, realizó el Estudio nutricional en carme de cerdo mexicana que permite contar con información actualizada sobre el perfil nutricional de los cortes de Carne de Cerdo Mexicana TIF que se venden en supermercados y carnicerías.
En el estudio, realizado en 2007 con el apoyo de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, y un laboratorio acreditado, se analizaron el perfil nutricional y la composición tisular (cantidad de carne, grasa, hueso y recortes) en cortes magros como cabeza de lomo, pulpa de pierna y pulpa de espaldilla, y cortes grasos como cabeza de lomo y costillas.
Los resultados evidencian que los cortes populares que se consumen en el país poseen un bajo contenido de grasa –entre 3 y 4.5% – y niveles de colesterol inferiores a los 70 mg/100g.
El estudio revela que el cerdo mexicano es una excelente fuente de proteínas y de vitaminas del complejo B, especialmente de las vitaminas B1 y B12.
Aporta un promedio de 120% de los requerimientos de consumo diario de vitamina B1 en cortes magros. Vitamina B12, importante para prevenir enfermedades como la anemia y que solamente se encuentra disponible en alimentos de origen animal, asciende a 40% de los requerimientos en cortes magros y 45 % en cortes grasos.
La carne de cerdo mexicana tiene bajo contenido de sodio y alta concentración de potasio. Se encontraron niveles de potasio entre 4 y 5 veces más altos que los niveles de sodio, combinación benéfica en la dieta de las personas que padecen hipertensión arterial.
Los resultados reflejan los avances de la porcicultura mexicana hacia la producción de cerdos cada vez más magros (sin grasa).
A partir de 1980 se han registrado reducciones del 31% en el contenido de grasa, 14% en calorías y de 10% en el contenido de colesterol. La mayor parte de la grasa que producen los cerdos no se ingiere al consumir su carne. En el cerdo comercial, del total de la grasa que contiene la canal, alrededor del 85% se desecha, y menos del 15% se encuentra en el músculo, en los cortes magros, ocasionalmente supera el 3%, aunque puede llegar a ser inferior al 2%.
La carne de cerdo contiene una proporción cercana al 70% de grasas mono y poli-insaturadas (deseables) y entre 30 y 40% de grasas saturadas (indeseables).
LA DIETA DE LOS CERDOS CRIADOS EN MÉXICO INCLUYE INGREDIENTES DE ALTA CALIDAD
La soya que consumen los cerdos es una fuente rica en proteína y aminoácidos digestibles, que como la lisina, permiten el desarrollo de cerdos sanos y magros. Debido a que el cerdo es considerado como un transformador de granos y pasta de soya en músculo, la dieta que reciben debe estar balanceada ya que la alimentación es el rubro más importante en la porcicultura y representa la mayor parte de los costos de producción por lo que la dieta debe ser sana y balanceada.
Los cerdos requieren de proteínas con la proporción debida de aminoácidos esenciales y no esenciales, en cantidades suficientes para hacer frente a sus necesidades metabólicas. El valor nutritivo de la proteína depende de su composición en aminoácidos, de su digestibilidad y de su disponibilidad. Las fuentes principales de proteína son: la soya y los cereales como maíz y sorgo, que además de aportar energía a la dieta, proveen entre 30% y 60% del requerimiento total de aminoácidos.
Para alcanzar el 100% de los requerimientos, es necesario adicionar otras fuentes de proteína, como la pasta de soya, que es una leguminosa y como tal, tiene un elevado contenido proteico que la convierte en una fuente importante y económica de proteínas.
La pasta de soya es la fuente suplementaria de proteína más popular en la alimentación de ganado; en 2005 representó casi el 70% del consumo mundial de pastas proteicas.
La pasta de soya es alta en proteína, comparada con otras fuentes de proteína de origen vegetal. Algunos ingredientes de origen animal contienen más proteína, pero tienen características que limitan su uso en dietas para cerdos. El porcentaje de proteína de la pasta de soya sin cascarilla se ubica en un rango de 47% a 48%. Además, tiene más proteína que otras fuentes, como las pastas de algodón, girasol, carne, y harina de carne y hueso. Es una rica fuente de lisina (aminoácido limitante en muchas dietas comerciales), de triptofano, treonina e isoleucina; sus aminoácidos son altamente digestibles con relación a otras fuentes de proteína de origen vegetal.
Debido a que el maíz y sorgo son deficitarios en lisina, los cerdos criados en México con pasta de soya, garantizan su sana alimentación, que se traduce en beneficio para el consumidor de carne de cerdo mexicana, sabrosa y bien dotada.
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