
René Dávila
MÉXICO.-¿Qué es el páncreas?. El páncreas es una glándula situada detrás del estómago, que secreta insulina y otras hormonas en la circulación sanguínea, así como jugos digestivos en el intestino delgado. Desempeña un papel muy importante en el proceso digestivo, produciendo enzimas esenciales en la digestión de la comida. La otra función del páncreas, que puede describirse como "control del combustible", es la de producir insulina, que afecta a las personas con diabetes.
Más del 95% de las células del páncreas son glándulas exocrinas, encargadas de producir jugo pancreático, que contiene enzimas que desintegran las grasas y las proteínas de la alimentación para que las sustancias nutritivas puedan ser absorbidas por el intestino delgado y utilizadas por el organismo para reparar tejidos o para favorecer el crecimiento.
En conferencia de medios, quedó de manifiesto ¿Qué es el cáncer de páncreas?. El cáncer de páncreas o cáncer pancreático es un tumor maligno que se origina en la glándula pancreática. Dependiendo de la extensión del tumor en el momento del diagnóstico, el pronóstico es generalmente muy malo ya que pocos enfermos sobreviven más de cinco años después del diagnóstico y la remisión completa es extremadamente rara.
Cerca del 95% de los tumores pancreáticos son adenocarcinomas. El 5% restante son tumores neuroendocrinos pancreáticos como el insulinoma, que tienen un diagnóstico y tratamiento completamente diferente, con un mejor pronóstico generalmente.
Incidencia del cáncer de pancreas
A nivel mundial el cáncer de páncreas ocupa la 13ra. posición en neoplasias malignas. Sin embargo, es la 8ta. causa de muerte relacionadas con cáncer. Esta patología resulta fatal en un 98% de los casos. Más del 80% de los pacientes no son diagnosticados hasta que su condición ha alcanzado una etapa avanzada (localmente avanzada o metastásica). En el mundo en el 2002 existieron alrededor de 232,000 nuevos casos de cáncer de páncreas de los cuales se reportaron 227,000 muertes.
En México, el cáncer de páncreas esta es la cuarta neoplasia de tubo digestivo, solo después del cáncer colorectal, con una incidencia muy parecida a la tasa de mortalidad. Lamentablemente el cáncer de páncreas se detecta en etapas avanzadas y en la mayoría de los casos, los pacientes no reciben ningún tratamiento ó únicamente mejores cuidados de soporte. A nivel gubernamental no están disponibles las mejores opciones de tratamiento. Es imperante encontrar recursos para el tratamiento de esta patología.
FACTORES DE RIESGO
· Herencia: Los cambios o mutaciones que se producen en el ADN de las personas indican que podrían ser éstos los responsables de que las células del páncreas se transformen en cancerosas.
· Edad: El riesgo de padecer cáncer de páncreas aumenta a partir de los 50 años. La mayoría de los pacientes tienen entre 60 y 80 años en el momento de ser diagnosticados.
· Sexo: La probabilidad de padecer esta enfermedad es un 30 por ciento más elevada en los hombres que en las mujeres.
· Tabaco: El riesgo de los consumidores de tabaco es cuatro veces superior a los no consumidores. Los carcinógenos del tabaco alcanzarían el páncreas por reflujo biliar a los conductos pancreáticos. De cualquier forma la relación tabaco y cáncer de páncreas no es tan firme como sucede con el cáncer de pulmón o el cáncer de laringe, aún siendo el cáncer de páncreas un cáncer tabacodependiente.
· Obesidad y Alimentación: una dieta rica en carne y grasas aumenta el riesgo de padecer cáncer de páncreas, mientras que las frutas, verduras y alimentos que contienen fibra parecen tener un efecto protector. La obesidad se considera como factor de riesgo para diversas enfermedades, en este caso, el acumulo de grasa a nivel central esta relacionado a una mayor incidencia de cáncer de páncreas.
· Diabetes: La resistencia a la insulina, o problemas francos de diabetes, en algunos pacientes puede ser síntoma relacionado a la neoplasia.
· La pancreatitis crónica o inflamación persistente del páncreas, también se asocia con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer en este órgano, ante la evidencia de que algunas familias presentan cierta tendencia a sufrir pancreatitis crónica, se cree que puede deberse a una mutación genética heredada. Así, este factor de riesgo enlaza con el primero, exponiendo la posibilidad de que el responsable sea el gen que se encarga de fabricar cierta enzima digestiva.
· La exposición intensa a ciertos productos químicos (pesticidas, colorantes y sustancias químicas relacionadas con la gasolina) se consideran factores de riesgo laborales ante la posibilidad de desarrollar este cáncer.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la patología se presentan en estadios avanzados en más del 90% de los pacientes y generalmente son los siguientes:
· Dolor en la región superior o media del abdomen
· Ictericia (piel amarillenta)
· Pérdida de peso
· Náuseas.
DIAGNÓSTICO
Si se tienen síntomas, el médico hace un reconocimiento y ordena pruebas para ver si hay cáncer y determinar cuál debe ser el tratamiento. Entre las principales pruebas diagnósticas se encuentran:
· Ecografía o prueba de ultrasonido (se utilizan ondas sonoras para detectar tumores).
· Tomografía axial computerizada (TAC): un tipo especial de radiografía con la que se obtiene, mediante ordenador, una imagen del interior del abdomen.
· Resonancia magnética (RM), que utiliza ondas magnéticas para crear una imagen del interior del abdomen, y ver si el cáncer está obstruyendo de manera parcial el riego sanguíneo de algún órgano no afectado.
· Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Consiste en introducir por la garganta un tubo flexible que pasa a través del estómago y llega al intestino delgado. El médico puede mirar por el tubo e inyectar un colorante para que el área pueda verse con mayor claridad en una radiografía. · Biopsia: Introducción de una aguja fina en el páncreas para extraer algunas células. Las células pueden observarse después en el microscopio.
· La colangiografía transhepática percutánea: Se introduce una aguja delgada en el hígado por el lado derecho y se inyecta colorante en los conductos biliares del hígado para que se puedan ver los bloqueos en la radiografía.
· Cirugía. El médico hace un corte en el abdomen y observará el páncreas y los tejidos que lo rodean para detectar la presencia de cáncer. Si existe un cáncer y no parece haberse propagado a otros tejidos, el médico puede extirpar el tumor.
TRATAMIENTOS
Se emplean cuatro clases de tratamiento:
· Cirugía. Puede emplearse cirugía para extraer el tumor generalmente es en estadios tempranos como intento curativo. En estadios avanzados, solo como medida paliativa. El médico puede extraer el cáncer por medio de alguna de las siguientes operaciones:
o Operación de Whipple, durante la cual se extrae la cabeza del páncreas, parte del intestino delgado y algunos de los tejidos que lo rodean. Se deja una porción suficiente del páncreas para que el órgano continúe produciendo jugos digestivos e insulina.
o Pancreatectomía total, mediante la que se extrae todo el páncreas, parte del intestino delgado, parte del estómago, el conducto biliar, la vesícula biliar, el bazo y la mayoría de los ganglios linfáticos de la región.
o Pancreatectomía distal, en la cual se extrae el cuerpo y la cola del páncreas. Si el cáncer se ha diseminado y no puede ser extraído, el médico puede operar con el fin de aliviar síntomas.
o Desvío biliar: Si el cáncer está bloqueando el intestino delgado y se acumula bilis en la vesícula biliar, el médico puede desviar todo el intestino delgado o parte de él. Durante esta operación, se corta la vesícula biliar o el conducto biliar y se une al intestino delgado.
· Radioterapia. Consiste en utilizar radiaciones de alta energía para eliminar células cancerosas y reducir tumores. La radiación puede proceder de una máquina (radioterapia externa), o de materiales que producen radiación (radioisótopos) introducidos a través de tubos plásticos delgados en el área donde se encuentran las células cancerosas (radioterapia interna).
· Quimioterapia. La quimioterapia consiste en el uso de medicamentos para eliminar células cancerosas. Puede tomarse por vía oral o administrarse por medio de una aguja en una vena o músculo.
· Terapia biológica. Este tipo de terapia trata de establecer las diferencias entre las células de tejido pancreático canceroso y normal, y luego tratar de que el cuerpo combata el cáncer. En ella se emplean materiales fabricados por el propio organismo o elaborados en un laboratorio para estimular, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad. Algunas terapias biológicas también se conocen como terapias modificadoras de la respuesta biológica o inmunoterapia.
El tratamiento para el cáncer de páncreas depende tanto de la etapa en que se encuentre la enfermedad como de la edad y estado de salud general del paciente. El paciente puede seguir el tratamiento estándar, que en pacientes que participaron en estudios anteriores se mostró eficaz, u optar por participar en un ensayo clínico de los que están en curso, que están diseñados para encontrar mejores maneras de tratar a los pacientes con cáncer y se basan en la información más actualizada.
NUEVA OPCIÓN EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER PANCREÁTICO
Actualmente existe una opción para el tratamiento del cáncer de páncreas que agrega una mejora al estándar del tratamiento de este tipo de cáncer.
En el lapso de aproximadamente 10 años, ninguna otra terapia añadida al tratamiento estándar del cáncer de páncreas había logrado aumentar la supervivencia global del paciente como Erlotinib.
Erlotinib es un tratamiento oral que aporta el beneficio clínico sin afectar la calidad de vida del paciente. Erlotinib (Tarceva) ya está aprobado en México para el tratamiento del cáncer de páncreas.
El cáncer de páncreas es una enfermedad con índices de incidencia casi idénticos a los de mortalidad, hoy en día se registran alrededor de 227,000 muertes al año a nivel mundial y el 98% de los pacientes diagnosticados morirán antes de los primeros cinco años.
Más del 70% de todas las muertes por cáncer en el mundo se producen en los países de ingresos bajos y medios, donde los recursos disponibles para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad son limitados o inexistentes.
En México lamentablemente el cáncer de páncreas se detecta en etapas avanzadas y en la mayoría de los casos, los pacientes no reciben ningún tratamiento y en el mejor de los casos cuidados de soporte.
Hoy en día no existe ninguna iniciativa que apoye a estos pacientes y a sus familiares, por ello, Roche decide encabezar el primer esfuerzo en México para informar y apoyar a la población sobre este padecimiento a través de la campaña informativa “La vida…está en tus manos” en alianza con reconocidos oncólogos y dermatólogos de importantes instituciones médicas del país, la PANCAN (Pancreatic Cancer Action Network) y La Roche Posay.
Si tomamos en cuenta que más del 80% de los pacientes no son diagnosticados hasta que su condición ha alcanzado una etapa avanzada (localmente avanzada o metastásica), podemos visualizar lo fundamental que es informar a la población acerca del diagnóstico oportuno, sobre todo en una patología de como el cáncer de páncreas”, destacó el doctor Fernando Pérez Zinser, Médico Oncólogo Jefe Servicio de Oncología Hospital Militar de México.
Asimismo, la dermatóloga Lucía Achell, enfatizó en que uno de los objetivos que persigue esta campaña es destacar la importancia de contar con un tratamiento integral que ofrezca mayor calidad de vida a los pacientes que padecen esta enfermedad.
El cáncer de páncreas se considera uno de los más grandes retos terapéuticos, dado que la enfermedad puede considerarse quimioterapia-refractaria o con pobre respuesta a las terapéuticas que se habían desarrollado hasta el momento. En general, se emplean cuatro clases de tratamiento: cirugía (por medio de operaciones tales como la operación de Whipple, pancreatectomía total, pancreatectomía distal y desvío biliar), radioterapia, quimioterapia y terapia biológica.
La terapia biológica trata de establecer las diferencias entre las células de tejido pancreático canceroso y normal, donde existe un cambio en la regulación de las producciones de las células tumorales, llevando a una disminución del tamaño tumoral. En ella se emplean materiales fabricados por el propio organismo o elaborados en un laboratorio para estimular, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad.
En el lapso de aproximadamente 10 años, ninguna otra terapia añadida al tratamiento estándar de cáncer de páncreas había logrado aumentar la supervivencia global del paciente. Hoy se cuenta con erlotinib, el cual ha demostrado aumentar la supervivencia global de los pacientes, un beneficio clínico respecto a la supervivencia de los pacientes, sin afectar de manera negativa la calidad de vida de los mismos”, destacó el doctor Pérez Zinser.
Para mayor información y orientación sobre detección oportuna, orientación psicológica y tratamiento integral del cáncer de páncreas se invita a la población a llamar al número gratuito 018000076243 en México y al 5258-5258.
En conferencia de medios, quedó de manifiesto ¿Qué es el cáncer de páncreas?. El cáncer de páncreas o cáncer pancreático es un tumor maligno que se origina en la glándula pancreática. Dependiendo de la extensión del tumor en el momento del diagnóstico, el pronóstico es generalmente muy malo ya que pocos enfermos sobreviven más de cinco años después del diagnóstico y la remisión completa es extremadamente rara.
Cerca del 95% de los tumores pancreáticos son adenocarcinomas. El 5% restante son tumores neuroendocrinos pancreáticos como el insulinoma, que tienen un diagnóstico y tratamiento completamente diferente, con un mejor pronóstico generalmente.
Incidencia del cáncer de pancreas
A nivel mundial el cáncer de páncreas ocupa la 13ra. posición en neoplasias malignas. Sin embargo, es la 8ta. causa de muerte relacionadas con cáncer. Esta patología resulta fatal en un 98% de los casos. Más del 80% de los pacientes no son diagnosticados hasta que su condición ha alcanzado una etapa avanzada (localmente avanzada o metastásica). En el mundo en el 2002 existieron alrededor de 232,000 nuevos casos de cáncer de páncreas de los cuales se reportaron 227,000 muertes.
En México, el cáncer de páncreas esta es la cuarta neoplasia de tubo digestivo, solo después del cáncer colorectal, con una incidencia muy parecida a la tasa de mortalidad. Lamentablemente el cáncer de páncreas se detecta en etapas avanzadas y en la mayoría de los casos, los pacientes no reciben ningún tratamiento ó únicamente mejores cuidados de soporte. A nivel gubernamental no están disponibles las mejores opciones de tratamiento. Es imperante encontrar recursos para el tratamiento de esta patología.
FACTORES DE RIESGO
· Herencia: Los cambios o mutaciones que se producen en el ADN de las personas indican que podrían ser éstos los responsables de que las células del páncreas se transformen en cancerosas.
· Edad: El riesgo de padecer cáncer de páncreas aumenta a partir de los 50 años. La mayoría de los pacientes tienen entre 60 y 80 años en el momento de ser diagnosticados.
· Sexo: La probabilidad de padecer esta enfermedad es un 30 por ciento más elevada en los hombres que en las mujeres.
· Tabaco: El riesgo de los consumidores de tabaco es cuatro veces superior a los no consumidores. Los carcinógenos del tabaco alcanzarían el páncreas por reflujo biliar a los conductos pancreáticos. De cualquier forma la relación tabaco y cáncer de páncreas no es tan firme como sucede con el cáncer de pulmón o el cáncer de laringe, aún siendo el cáncer de páncreas un cáncer tabacodependiente.
· Obesidad y Alimentación: una dieta rica en carne y grasas aumenta el riesgo de padecer cáncer de páncreas, mientras que las frutas, verduras y alimentos que contienen fibra parecen tener un efecto protector. La obesidad se considera como factor de riesgo para diversas enfermedades, en este caso, el acumulo de grasa a nivel central esta relacionado a una mayor incidencia de cáncer de páncreas.
· Diabetes: La resistencia a la insulina, o problemas francos de diabetes, en algunos pacientes puede ser síntoma relacionado a la neoplasia.
· La pancreatitis crónica o inflamación persistente del páncreas, también se asocia con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer en este órgano, ante la evidencia de que algunas familias presentan cierta tendencia a sufrir pancreatitis crónica, se cree que puede deberse a una mutación genética heredada. Así, este factor de riesgo enlaza con el primero, exponiendo la posibilidad de que el responsable sea el gen que se encarga de fabricar cierta enzima digestiva.
· La exposición intensa a ciertos productos químicos (pesticidas, colorantes y sustancias químicas relacionadas con la gasolina) se consideran factores de riesgo laborales ante la posibilidad de desarrollar este cáncer.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la patología se presentan en estadios avanzados en más del 90% de los pacientes y generalmente son los siguientes:
· Dolor en la región superior o media del abdomen
· Ictericia (piel amarillenta)
· Pérdida de peso
· Náuseas.
DIAGNÓSTICO
Si se tienen síntomas, el médico hace un reconocimiento y ordena pruebas para ver si hay cáncer y determinar cuál debe ser el tratamiento. Entre las principales pruebas diagnósticas se encuentran:
· Ecografía o prueba de ultrasonido (se utilizan ondas sonoras para detectar tumores).
· Tomografía axial computerizada (TAC): un tipo especial de radiografía con la que se obtiene, mediante ordenador, una imagen del interior del abdomen.
· Resonancia magnética (RM), que utiliza ondas magnéticas para crear una imagen del interior del abdomen, y ver si el cáncer está obstruyendo de manera parcial el riego sanguíneo de algún órgano no afectado.
· Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Consiste en introducir por la garganta un tubo flexible que pasa a través del estómago y llega al intestino delgado. El médico puede mirar por el tubo e inyectar un colorante para que el área pueda verse con mayor claridad en una radiografía. · Biopsia: Introducción de una aguja fina en el páncreas para extraer algunas células. Las células pueden observarse después en el microscopio.
· La colangiografía transhepática percutánea: Se introduce una aguja delgada en el hígado por el lado derecho y se inyecta colorante en los conductos biliares del hígado para que se puedan ver los bloqueos en la radiografía.
· Cirugía. El médico hace un corte en el abdomen y observará el páncreas y los tejidos que lo rodean para detectar la presencia de cáncer. Si existe un cáncer y no parece haberse propagado a otros tejidos, el médico puede extirpar el tumor.
TRATAMIENTOS
Se emplean cuatro clases de tratamiento:
· Cirugía. Puede emplearse cirugía para extraer el tumor generalmente es en estadios tempranos como intento curativo. En estadios avanzados, solo como medida paliativa. El médico puede extraer el cáncer por medio de alguna de las siguientes operaciones:
o Operación de Whipple, durante la cual se extrae la cabeza del páncreas, parte del intestino delgado y algunos de los tejidos que lo rodean. Se deja una porción suficiente del páncreas para que el órgano continúe produciendo jugos digestivos e insulina.
o Pancreatectomía total, mediante la que se extrae todo el páncreas, parte del intestino delgado, parte del estómago, el conducto biliar, la vesícula biliar, el bazo y la mayoría de los ganglios linfáticos de la región.
o Pancreatectomía distal, en la cual se extrae el cuerpo y la cola del páncreas. Si el cáncer se ha diseminado y no puede ser extraído, el médico puede operar con el fin de aliviar síntomas.
o Desvío biliar: Si el cáncer está bloqueando el intestino delgado y se acumula bilis en la vesícula biliar, el médico puede desviar todo el intestino delgado o parte de él. Durante esta operación, se corta la vesícula biliar o el conducto biliar y se une al intestino delgado.
· Radioterapia. Consiste en utilizar radiaciones de alta energía para eliminar células cancerosas y reducir tumores. La radiación puede proceder de una máquina (radioterapia externa), o de materiales que producen radiación (radioisótopos) introducidos a través de tubos plásticos delgados en el área donde se encuentran las células cancerosas (radioterapia interna).
· Quimioterapia. La quimioterapia consiste en el uso de medicamentos para eliminar células cancerosas. Puede tomarse por vía oral o administrarse por medio de una aguja en una vena o músculo.
· Terapia biológica. Este tipo de terapia trata de establecer las diferencias entre las células de tejido pancreático canceroso y normal, y luego tratar de que el cuerpo combata el cáncer. En ella se emplean materiales fabricados por el propio organismo o elaborados en un laboratorio para estimular, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad. Algunas terapias biológicas también se conocen como terapias modificadoras de la respuesta biológica o inmunoterapia.
El tratamiento para el cáncer de páncreas depende tanto de la etapa en que se encuentre la enfermedad como de la edad y estado de salud general del paciente. El paciente puede seguir el tratamiento estándar, que en pacientes que participaron en estudios anteriores se mostró eficaz, u optar por participar en un ensayo clínico de los que están en curso, que están diseñados para encontrar mejores maneras de tratar a los pacientes con cáncer y se basan en la información más actualizada.
NUEVA OPCIÓN EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER PANCREÁTICO
Actualmente existe una opción para el tratamiento del cáncer de páncreas que agrega una mejora al estándar del tratamiento de este tipo de cáncer.
En el lapso de aproximadamente 10 años, ninguna otra terapia añadida al tratamiento estándar del cáncer de páncreas había logrado aumentar la supervivencia global del paciente como Erlotinib.
Erlotinib es un tratamiento oral que aporta el beneficio clínico sin afectar la calidad de vida del paciente. Erlotinib (Tarceva) ya está aprobado en México para el tratamiento del cáncer de páncreas.
El cáncer de páncreas es una enfermedad con índices de incidencia casi idénticos a los de mortalidad, hoy en día se registran alrededor de 227,000 muertes al año a nivel mundial y el 98% de los pacientes diagnosticados morirán antes de los primeros cinco años.
Más del 70% de todas las muertes por cáncer en el mundo se producen en los países de ingresos bajos y medios, donde los recursos disponibles para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad son limitados o inexistentes.
En México lamentablemente el cáncer de páncreas se detecta en etapas avanzadas y en la mayoría de los casos, los pacientes no reciben ningún tratamiento y en el mejor de los casos cuidados de soporte.
Hoy en día no existe ninguna iniciativa que apoye a estos pacientes y a sus familiares, por ello, Roche decide encabezar el primer esfuerzo en México para informar y apoyar a la población sobre este padecimiento a través de la campaña informativa “La vida…está en tus manos” en alianza con reconocidos oncólogos y dermatólogos de importantes instituciones médicas del país, la PANCAN (Pancreatic Cancer Action Network) y La Roche Posay.
Si tomamos en cuenta que más del 80% de los pacientes no son diagnosticados hasta que su condición ha alcanzado una etapa avanzada (localmente avanzada o metastásica), podemos visualizar lo fundamental que es informar a la población acerca del diagnóstico oportuno, sobre todo en una patología de como el cáncer de páncreas”, destacó el doctor Fernando Pérez Zinser, Médico Oncólogo Jefe Servicio de Oncología Hospital Militar de México.
Asimismo, la dermatóloga Lucía Achell, enfatizó en que uno de los objetivos que persigue esta campaña es destacar la importancia de contar con un tratamiento integral que ofrezca mayor calidad de vida a los pacientes que padecen esta enfermedad.
El cáncer de páncreas se considera uno de los más grandes retos terapéuticos, dado que la enfermedad puede considerarse quimioterapia-refractaria o con pobre respuesta a las terapéuticas que se habían desarrollado hasta el momento. En general, se emplean cuatro clases de tratamiento: cirugía (por medio de operaciones tales como la operación de Whipple, pancreatectomía total, pancreatectomía distal y desvío biliar), radioterapia, quimioterapia y terapia biológica.
La terapia biológica trata de establecer las diferencias entre las células de tejido pancreático canceroso y normal, donde existe un cambio en la regulación de las producciones de las células tumorales, llevando a una disminución del tamaño tumoral. En ella se emplean materiales fabricados por el propio organismo o elaborados en un laboratorio para estimular, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad.
En el lapso de aproximadamente 10 años, ninguna otra terapia añadida al tratamiento estándar de cáncer de páncreas había logrado aumentar la supervivencia global del paciente. Hoy se cuenta con erlotinib, el cual ha demostrado aumentar la supervivencia global de los pacientes, un beneficio clínico respecto a la supervivencia de los pacientes, sin afectar de manera negativa la calidad de vida de los mismos”, destacó el doctor Pérez Zinser.
Para mayor información y orientación sobre detección oportuna, orientación psicológica y tratamiento integral del cáncer de páncreas se invita a la población a llamar al número gratuito 018000076243 en México y al 5258-5258.
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