MÁS DE 2 MIL NIÑOS CON LABIO Y PALADAR HENDIDO NACEN AL AÑORené Dávila
MÉXICO.-En México, anualmente más de 2 mil recién nacidos padecen de labio leporino; la población más afectada son los infantes de Oaxaca, Veracruz y Chiapas, donde de cada 650 bebés, uno presenta labio leporino. Ante esta situación el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con dos clínicas especializadas para atenderlos.
Durante el 2007, en las Clínicas de Labio y Paladar Hendido de los Centros Médicos Nacionales La Raza y Siglo XXI del IMSS, se realizaron 856 intervenciones quirúrgicas correctivas a infantes desde los tres meses hasta los 17 años.
El doctor Fernando Soriano Padilla, jefe del Departamento de Cirugía Maxilofacial del Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI, señaló que el labio y paladar hendido se produce entre la quinta y la doceava semana de vida intrauterina, provocado por varios factores, principalmente, hereditarios, tabaquismo, alcoholismo, desnutrición y falta de vitamina A.
Por su parte, el doctor Rafael Rojas Rutter, jefe del Departamento de Cirugía Maxilofacial de la Consulta Externa del CMN La Raza, destacó que en 2007, tan sólo en el área de Ortopedia, se atendió a 3 mil 383 niños; ahí se vigila el adecuado crecimiento de los huesos de la cara y la mandíbula mediante el uso de aparatos ortopédicos, que facilitan la cirugía y la recuperación de las funciones orales como alimentación y habla.
Una ventaja de la atención que ofrece el IMSS explicaron los especialistas, es que desde que el niño nace, el pediatra hace el diagnóstico oportuno del padecimiento; a los diez días de nacido el ortopedista maxilofacial le coloca una placa de contención para que se pueda alimentar, la lengua se coloque en su lugar y se detenga la progresión de la malformidad.
La cirugía de labio leporino inicia a los tres meses, al año y medio, el pequeño es intervenido quirúrgicamente una vez más para cerrar el paladar, y durante este lapso se le colocan aparatos ortopédicos como placas de estimulación ósea para la boca o dispositivos intraorales, para unir los maxilares separados.
Durante el crecimiento del infante, el otorrinolaringólogo es de gran importancia, ya que el infante tiende a desarrollar infecciones en el oído que de no cuidarse, pueden provocar sordera; el ortodoncista realiza la alineación de los dientes y cuando cumpla ocho o nueve años de edad, le colocará un injerto de piel en el lugar de la fisura.
Posteriormente, el cirujano maxilofacial evaluará la posibilidad de una nueva operación, para que el maxilar y la mandíbula queden a la misma altura. Finalmente, el cirujano plástico le hará una rinoplastía estética funcional para que las cicatrices de su rostro sean apenas perceptibles. La participación del psiquiatra será fundamental para informar a los padres el motivo del padecimiento y orientarlos sobre cómo va a afectarlo socialmente.
En la Clínica de La Raza, a fin de brindar atención integral a los menores con esta patología, se cuenta con cuatro áreas especializadas, una de las más demandadas es la de cirugía anatómica, estética y funcional, que se encarga de la reconstrucción quirúrgica de nariz, labio, paladar y/o faringe.
También durante el año anterior, el área de Lenguaje brindó 2 mil 198 terapias de rehabilitación para enseñar a hablar correctamente a los pequeños. Por último, el Laboratorio de prótesis construye todos los aparatos ortopédicos de los niños que siguen su tratamiento, si así lo requieren.
Es común que el paciente sufra discriminación al entrar a la escuela y enfrentar diversos problemas como dificultad para comunicarse, al respirar e incluso no poder llevar una alimentación adecuada, por las cicatrices que puedan extenderse a la nariz.
Ambos especialistas del Instituto destacaron la importancia de los Encuentros Médicos Quirúrgicos de IMSS-Oportunidades, en los cuales los médicos llegan a comunidades campesinas e indígenas y, entre otras acciones, realizan cirugías también a adolescentes, adultos e inclusive, ancianos que por años han vivido con el padecimiento.
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