
René Dávila
MÉXICO.- ¿Qué provoca la diarrea? Infecciones o parasitos gastrointestinales (tifoidea, cólera, amibiasis). Intoxicación por alimentos descompuestos o contaminados con toxinas. Algunos medicamentos (antiácidos, laxantes, antibióticos, etc). Algunos alimentos (vegetales, frutas, ricos en grasas, lácteos, etc). Enfermedades en las que están alterados los movimientos del intestino (colon irritable, colitis ulcerosa. Enfermedad diverticular del colon. Diarrea diabética con neuropatía visceral. Hipertiroidismo.etc).
Cualquiera que sea la causa, la diarrea se produce por un exceso de agua en el intestino, lo cual hace que aumente el peso de las heces y se estimule la evacuación intestinal.
La diarrea causa la muerte de más de 1 millón de niños cada año debido a la deshidratación y la desnutrición. Los niños corren un mayor riesgo de morir de diarrea que los adultos, ya que su cuerpo contiene menos agua y se deshidratan con más rapidez. Alrededor de 1 de cada 200 niños que contraen la diarrea mueren debido a la enfermedad.
La pérdida de líquidos y de "electrolítos" (sodio, potasio, magnesio, cloro) provoca deshidratación, alteración del nivel de acidez/alcalinidad que debe existir en la sangre y en los líquidos del cuerpo, además de otros transtornos.
La deshidratación y la pérdida de electrolitos causados por la diarrea intensa puede conducir a lo que los médicos denominan colapso cardiovascular, una complicación grave que llega a ser mortal, sobre todo en los niños pequeños, en los lactantes o en los ancianos.
La diarrea es una enfermedad que desde hace más de una década es considerada un problema de salud pública. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2006, la prevalencia de diarrea en niños menores de 5 años es de 12.9 %.
Los síntomas pueden incluir: Calambres estomacales. Dolor abdominal. Pesadez de estómago. Náuseas. Necesidad urgente de utilizar el baño. Fiebre. Heces con sangre.
Los síntomas de la diarrea pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.
La diarrea se caracteriza por el número de veces que una persona (niño o adulto) evacua. Las heces pueden ser blandas, líquida o semi-líquida. Puede que el niño presente fiebre o vómitos.
La diarrea es más frecuente en los niños y la mayoría de las ocasiones es por virus, aunque existen otras causas como infecciones, sensibilidad a los alimentos, antibióticos y el consumo excesivo de frutas o jugos de frutas. Sobre todo cuando se consumen en la calle y no cuentan con las medidas higiénicas necesarias. Lo que come o bebe un niño también puede empeorar la diarrea. Algunos tipos de diarrea pueden aliviarse con cambios en la dieta.
Cuando un miembro de la familia presenta esta enfermedad, lo primero a evitar es la deshidratación. Tanto en niños como en adultos, no se debe dejar de alimentarlos.
En el caso de los niños, aunque los consejos de la abuela indican que hay que darle agua de arroz, lo mejor es el suero hecho en casa que es por cada litro de agua hervida, agregar 8 cucharadas de azúcar y 1 cucharadita de sal. En general, se recomienda seguir suministrando los alimentos normalmente.
Anteriormente se aconsejaba como tratamiento dejar descansar los intestinos, pero la teoría actual sugiere que se continúe con la alimentación, ya que así la diarrea será más fácil de tratar.
La mayoría de los niños pueden reponer los nutrientes que pierden por la diarrea si aumentan la cantidad de comida ingerida. Por ello, debe tratarse de manera inmediata y adecuada.
En conferencia de medios, la doctora Ma. Del Carmen Gorbea Robles, Vicepresidenta de la Sociedad Mexicana de Pediatría y la doctora Rosa Martha Osorio, Gastroenteróloga del Hospital General, aclararon que el estilo de vida actual donde las personas adultas no dedican tiempo suficiente a su alimentación, y los niños que están expuestos a todo tipo de golosinas y alimentos chatarra, provocan que el problema de la diarrea siga latente en la población.Este padecimiento que parece muy común y sencillo de tratar es muy delicado, puesto que cuando no se atiende de la manera correcta puede presentarse deshidratación, con consecuencias mucho más serias.
Cuando se padece de diarrea hay que acudir al médico cuanto antes en caso de: Hacer varias deposiciones acuosas en una o dos horas. Presentar sangre en las deposiciones. Vomitar con frecuencia. Presentar fiebre. Tener mucha sed. Negarse a beber. Negarse a comer. Tener los ojos hundidos. Presentar debilidad o somnolencia. Si la diarrea persiste durante más de una semana.
Cuando la diarrea es persistente, lo mejor es acudir con el médico para que le realice un diagnóstico preciso sobre la causa y ésta se elimine. En algunos casos será necesario el tratamiento con productos antidiarreicos como Kaomycin, que ayuda de manera rápida contra la diarrea al promover una acción absorbente que promueve la eliminación de las toxinas. Está indicado en diarreas de niños y adultos.
La diarrea y las formas de prevenirla son muy sencillas, como por ejemplo, lavar perfectamente los alimentos para eliminarles todo lo que les ponen e el mercado para hacerlos lucir brillantes, hervir el agua (si no se cuenta cuenta con servicio de agua embotellada o potable), ingerir alimentos frescos, evitar los alimentos muy grasosos y por supuesto, reducir al máximo el consumo de frituras, frutas y otros alimentos que se venden en la calle.
La piedra angular del tratamiento consiste en la prevención y manejo oportuno de la deshidratación. El primer paso consiste en el diagnóstico correcto del grado de deshidratación. Es importante señalar que diarrea no es sinónimo de infección del tubo digestivo en todos los casos. Particularmente en los lactantes y escolares, una infección de las vías respiratorias, incluyendo otitis media, así como infección de las vías urinarias, puede desencadenar un cuadro clínico en el que la diarrea sea sólo un elemento más. Una vez resuelto el problema de deshidratación, es importante descartar estas otras causas de la diarrea para poder instituir un tratamiento base.
Para evitar riesgos a su salud siga las siguientes recomendaciones: El autocuidado es importante en la prevención de las enfermedades diarreicas y las asociadas a la exposición a altas temperaturas ambientales.
* Ingiera más líquidos de los que acostumbra, no espere hasta que esté sediento para beber líquidos.
* Evite la ingestión de líquidos con cafeína, azucarados o bebidas alcohólicas, ya que éstos le hacen perder más líquidos corporales.
* Consuma agua hervida o desinfectada (agregue 2 gotas de cloro por cada litro de agua o una gota de plata coloidal por cada dos litros, déjela reposar durante 30 minutos antes de beberla).
* Lleve a cabo el trabajo al aire libre, las ceremonias cívicas y las actividades deportivas durante las primeras horas del día.
* Cubra las ventanas que reciben la luz del sol colocando persianas, cortinas o periódicos, ya que esto ayuda a disminuir hasta en 80% el calor dentro de la casa.
* NUNCA permanezca dentro de un vehículo estacionado o cerrado.
* Consuma los alimentos inmediatamente después de su preparación para evitar su descomposición.
* Lave con agua y jabón las frutas y verduras que se comen crudas, posteriormente desinféctelas (a un litro de agua agregue cinco gotas de cloro o cinco gotas de plata coloidal y sumérjalas durante 30 minutos).
*Lavar las manos antes de comer cualquier alimento y después de ir al baño.
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