FALSIFICACIÓN Y COMERCIO ILEGAL DE MEDICAMENTOS
René Dávila
MÉXICO.-La falsificación y comercio ilegal de medicamentos va más allá del hecho de significar una pérdida económica de ganancias para la industria, al poner en riesgo la vida de los pacientes, pues conduce al fracaso terapéutico o a la farmacorresistencia, y en el peor de los casos, provocar la muerte o una incapacidad grave, afirmó el Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.
Más de 200 laboratorios comercializan un total de siete mil medicamentos en más de 12 mil presentaciones. Una gran parte de éstos es prescrito por más de 152 mil médicos y se surten a través de 23 mil 500 farmacias privadas y públicas en todo el país.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que en países ricos se falsifican sobre todo fármacos nuevos, caros y asociados a los nuevos estilos de vida, como las hormonas, los esteroides y los antihistamínicos, mientras que en naciones en vías de desarrollo, son los utilizados para combatir enfermedades potencialmente mortales como malaria, tuberculosis y VIH/SIDA.
Se estima que los medicamentos falsificados representan más del 10% del mercado farmacéutico mundial, pero en países en desarrollo esta cifra puede llegar al 25% y en algunos casos graves hasta el 50%.
El Center for Medicines in the Public Interest, de los Estados Unidos, prevé que en el 2010 el valor total de las ventas de medicamentos falsificados a nivel mundial ascenderá a 75 mil millones de dólares, lo que representa un incremento de más del 90% con respecto al 2005.
Al participar en la inauguración del Foro sobre Falsificación y Comercio Ilegal de Medicamentos, organizado por el Senado de la República, señaló que los medicamentos son insumos prioritarios para la atención de la salud, de ahí que su garantía de seguridad, eficacia y calidad terapéutica, así como su acceso puntual y equitativo a la población es una preocupación de esta dependencia.
El mercado de los medicamentos en México, al igual que en todo el mundo, es complejo, al implicar diversas áreas como de producción, distribución, financiamiento, consumo y regulación, de ahí que se requiera la intervención de los múltiples actores para realizar un efectivo control, seguimiento y vigilancia.
La falsificación de los medicamentos es un fenómeno que parte de la distribución de fármacos que incumplen las normas establecidas en materia de seguridad, calidad y eficacia. Es así, como en las etiquetas de esos medicamentos se incluye, de manera deliberada y fraudulenta, información falsa acerca de su identidad y su fabricante.
Esta práctica afecta tanto a productos de marca como a los genéricos, ya que en algunos casos la composición es correcta pero el envase ha sido falsificado, mientras que en otros, la composición es incorrecta al no incluir el principio activo o ser insuficiente. Fenómeno de expansión, ya que cada vez hay más medicamentos falsificados, en particular del elevado costo, como son fármacos contra el cáncer y los que son objeto de una de una fuerte demanda, como los antirretrovirales.
Para el 2006, el mercado farmacéutico mexicano representó casi ocho mil millones de dólares, lo que significa aproximadamente el 1.2% del Producto Interno Bruto y alrededor del 21% del gasto total en salud.
El comercio de estos productos es más generalizado en los países donde el control y la aplicación de la reglamentación farmacéutica son deficientes, la oferta de fármacos esenciales es escasa o irregular, los mercados no están reglamentados y los precios no son accesibles. No obstante, a medida que se perfeccionan los métodos de falsificación, aumenta la presencia de esos productos, incluso en mercados que cuentan con controles más estrictos.
Otro factor que contribuye en parte a las ventas de medicamentos falsificados es el Internet, el cual representa una amenaza para las personas que buscan tratamientos más baratos o no autorizados, o bien para las que son víctimas de estigmatización por padecer determinadas enfermedades.
México ha implementado diversas acciones para prevenir el consumo de medicamentos adulterados o caducos, entre los que destaca el grupo para realizar operativos, integrado por la Procuraduría General de la República, Procuraduría Federal del Consumidor y las Secretarías de Hacienda, Economía y Salud a través del Servicio de Administración Trubutaria, Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
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