COSTARÁ 45 MILLONES DE MILLONES DE DÓLARES LOS EFECTOS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL
René Dávila
MÉXICO.-En el marco de los trabajos del Simposio Internacional “El Derecho Ambiental Frente al Cambio Climático”, que se lleva a cabo en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Fernando Tudela Abad, señaló que de acuerdo con estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, los efectos del calentamiento global costarán a la humanidad 45 millones de millones de dólares de aquí al 2050.
En el evento -que se lleva a cabo en instalaciones de la Unidad Politécnica para el Desarrollo y la Competitividad Empresarial del IPN-, destacó que el cambio climático dejó de ser sólo un problema ambiental para convertirse en un problema económico, político, tecnológico y de geoposicionamiento de los países.
En México tenemos impactos previsibles del calentamiento global como un ciclo hidrológico más intenso, ahí está nuestra vulnerabilidad, pero también hay posibilidades de incendios forestales de otra escala, como el de 1998, que fue el año más caliente de la historia y que repercutió en la agricultura
De aquí a la última década de este siglo, el nivel promedio del mar subirá 40 centímetros, lo que traerá marejadas y huracanes, que incidirán principalmente en las tierras bajas del país como Quintana Roo, el norte de la Península de Yucatán, Campeche y Tamaulipas, lo que obliga a repensar el papel de la ingeniería costera en los próximos años.
Si empezamos a tomar conciencia en nuestra vida cotidiana y adoptar prácticas sobre el uso racional del agua, ahorrar energía en los hogares, utilizar menos el auto y disminuir la cantidad de desechos, estaremos incidiendo de manera positiva en el cambio climático y futuro de los ecosistemas mexicanos.
El Director General de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), José Luis Luege Tamargo, indicó, uno de los principales retos de las naciones será determinar los efectos del cambio climático en el ciclo hidrológico nacional, regional e internacional, a fin de evitar catástrofes mayores.
Actualmente el Programa Nacional Hídrico que opera nuestro país, está enfocado a evaluar los efectos del cambio climático en el ciclo hidrológico nacional, regional e internacional, y a ejecutar estrategias de planeación ante riesgos frente a fenómenos hidrometereológicos.
Desde hace varios años empieza a sentirse en México los estragos del calentamiento global, como el desgajamiento de un cerro en Chiapas o las inundaciones ocurridas en Tabasco, cuando el año pasado en la cuenca del Río Grijalva, durante tres días llovieron 960 milímetros de agua, casi un metro de agua en toda la cuenca, lo que equivale a nueve lagos de Chapala, lo que fue una de las mayores catástrofes del país.
Y, si no adopta una posición de vanguardia en los aspectos de planeación, programación y legislación, en acciones concretas, difícilmente se avanzará en la solución de esta problemática a nivel regional. En cuanto a las alternativas que deben buscarse en términos de combustibles y energías renovables, México tiene una potencialidad única en el planeta, ya que pocos países tienen la ubicación geográfica que tenemos, lo que hace factible explotar exitosamente energías alternas como la eólica y solar.
El ordenamiento ecológico del país es un tema importante, ya que el crecimiento exorbitante de la población se cuadruplicó en los últimos 50 años, lo cual va aparejado a un problema de desorden en el crecimiento urbano, particularmente en servicios, y un incremento en asentamientos irregulares en zonas de mayor riesgo.
Ante la destrucción que sufren los ecosistemas y el rompimiento del ciclo vital de la naturaleza, se hace urgente la reducción de emisiones, desarrollo y adaptación de nuevas tecnologías, uso de energías renovables y una atención especial al adecuado uso del suelo, entre otras acciones.
En tanto, el Presidente del Instituto Autónomo de Investigaciones Ecológicas, Luis Manuel Guerra Garduño, señaló que no será posible tener un desarrollo sustentable si no se logra una estabilidad en el crecimiento poblacional, pues en México nacen todos los días 6 mil niños, por lo que para el año 2035 posiblemente alcanzaremos una población de 138 millones de habitantes.
A través del equilibrio vamos a poder entrar en la tercera etapa de la humanidad y si no lo hacemos, tendremos que desaparecer si seguimos depredando. Será necesario estabilizar los consumos energéticos a través del ahorro y la eficiencia, evitar la alteración del medio ambiente mediante estilos de vida diferentes en torno a las emisiones, el adecuado manejo de los recursos naturales, el manejo de residuos y el respeto a los ecosistemas en beneficio de las presentes y futuras generaciones.
René Dávila
MÉXICO.-En el marco de los trabajos del Simposio Internacional “El Derecho Ambiental Frente al Cambio Climático”, que se lleva a cabo en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Fernando Tudela Abad, señaló que de acuerdo con estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, los efectos del calentamiento global costarán a la humanidad 45 millones de millones de dólares de aquí al 2050.
En el evento -que se lleva a cabo en instalaciones de la Unidad Politécnica para el Desarrollo y la Competitividad Empresarial del IPN-, destacó que el cambio climático dejó de ser sólo un problema ambiental para convertirse en un problema económico, político, tecnológico y de geoposicionamiento de los países.
En México tenemos impactos previsibles del calentamiento global como un ciclo hidrológico más intenso, ahí está nuestra vulnerabilidad, pero también hay posibilidades de incendios forestales de otra escala, como el de 1998, que fue el año más caliente de la historia y que repercutió en la agricultura
De aquí a la última década de este siglo, el nivel promedio del mar subirá 40 centímetros, lo que traerá marejadas y huracanes, que incidirán principalmente en las tierras bajas del país como Quintana Roo, el norte de la Península de Yucatán, Campeche y Tamaulipas, lo que obliga a repensar el papel de la ingeniería costera en los próximos años.
Si empezamos a tomar conciencia en nuestra vida cotidiana y adoptar prácticas sobre el uso racional del agua, ahorrar energía en los hogares, utilizar menos el auto y disminuir la cantidad de desechos, estaremos incidiendo de manera positiva en el cambio climático y futuro de los ecosistemas mexicanos.
El Director General de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), José Luis Luege Tamargo, indicó, uno de los principales retos de las naciones será determinar los efectos del cambio climático en el ciclo hidrológico nacional, regional e internacional, a fin de evitar catástrofes mayores.
Actualmente el Programa Nacional Hídrico que opera nuestro país, está enfocado a evaluar los efectos del cambio climático en el ciclo hidrológico nacional, regional e internacional, y a ejecutar estrategias de planeación ante riesgos frente a fenómenos hidrometereológicos.
Desde hace varios años empieza a sentirse en México los estragos del calentamiento global, como el desgajamiento de un cerro en Chiapas o las inundaciones ocurridas en Tabasco, cuando el año pasado en la cuenca del Río Grijalva, durante tres días llovieron 960 milímetros de agua, casi un metro de agua en toda la cuenca, lo que equivale a nueve lagos de Chapala, lo que fue una de las mayores catástrofes del país.
Y, si no adopta una posición de vanguardia en los aspectos de planeación, programación y legislación, en acciones concretas, difícilmente se avanzará en la solución de esta problemática a nivel regional. En cuanto a las alternativas que deben buscarse en términos de combustibles y energías renovables, México tiene una potencialidad única en el planeta, ya que pocos países tienen la ubicación geográfica que tenemos, lo que hace factible explotar exitosamente energías alternas como la eólica y solar.
El ordenamiento ecológico del país es un tema importante, ya que el crecimiento exorbitante de la población se cuadruplicó en los últimos 50 años, lo cual va aparejado a un problema de desorden en el crecimiento urbano, particularmente en servicios, y un incremento en asentamientos irregulares en zonas de mayor riesgo.
Ante la destrucción que sufren los ecosistemas y el rompimiento del ciclo vital de la naturaleza, se hace urgente la reducción de emisiones, desarrollo y adaptación de nuevas tecnologías, uso de energías renovables y una atención especial al adecuado uso del suelo, entre otras acciones.
En tanto, el Presidente del Instituto Autónomo de Investigaciones Ecológicas, Luis Manuel Guerra Garduño, señaló que no será posible tener un desarrollo sustentable si no se logra una estabilidad en el crecimiento poblacional, pues en México nacen todos los días 6 mil niños, por lo que para el año 2035 posiblemente alcanzaremos una población de 138 millones de habitantes.
A través del equilibrio vamos a poder entrar en la tercera etapa de la humanidad y si no lo hacemos, tendremos que desaparecer si seguimos depredando. Será necesario estabilizar los consumos energéticos a través del ahorro y la eficiencia, evitar la alteración del medio ambiente mediante estilos de vida diferentes en torno a las emisiones, el adecuado manejo de los recursos naturales, el manejo de residuos y el respeto a los ecosistemas en beneficio de las presentes y futuras generaciones.
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