TERAPIA EN EL CONTROL DEL COLESTEROL ELEVADO Y RIESGO CARDIACO
René Dávila
MÉXICO.-El consumo de colesterol a través de una dieta rica en grasas saturadas y trans, aunado a una vida sedentaria, tabaquismo y enfermedades asociadas como obesidad, hipertensión y diabetes, irremediablemente ocasionan un proceso conocido como aterosclerosis, que se caracteriza por la formación de depósitos de colesterol y otras sustancias en las paredes internas de las arterias, los cuales obstruyen el flujo sanguíneo a través de las arterias e incluso las bloquean, ocasionando enfermedad vascular cerebral o infarto del corazón.
Y, a partir de la primera quincena de julio, la población mexicana contará con una opción farmacológica de alto valor terapéutico, la cual será accesible a un mayor número de pacientes con problemas de colesterol elevado, contribuyendo así al bienestar de la salud pública en el país.
En el control del colesterol elevado, las estatinas son la primera opción terapéutica que se debe usar para obtener un adecuado control de colesterol LDL (colesterol malo), por lo que todos los pacientes con problemas de hipercolesterolemia deberían tener acceso a dichas terapias, así lo refieren diversas investigaciones como el estudio ENHANCE, publicado recientemente por el New England Journal of Medicine y presentado en el marco de la 57º reunión de la American College of Cardiology.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 de la Secretaría de Salud, refiere que más de 26 por ciento de la población adulta presenta altos niveles de colesterol y triglicéridos elevados en sangre, lo cual conduce a la aterosclerosis y al desarrollo de enfermedad vascular cerebral o infarto del miocardio, principal causa de muerte entre los mexicanos.
Silenciosa y potencialmente mortal, la hipercolesterolemia (exceso de lípidos en sangre) representa un problema de salud pública, por los millones de mexicanos que requieren ser controlados a partir de la práctica de hábitos de vida saludables y, en la mayoría de los casos, de la administración de terapias que contribuyan a mantener sus niveles de colesterol en estado óptimo, evitando así la presencia de males cardiovasculares, precisó en conferencia de medios, el doctor Héctor Hernández y Hernández, Coordinador General del Grupo Mexicano de Hipertensión,
El mejor tratamiento para el control del colesterol es aquel que esté al alcance de todos los pacientes, y cuya eficacia y seguridad estén basadas en evidencia, esta excelente opción terapéutica para el tratamiento de la hipercolesterolemia, accesible a toda la población y que beneficiará a más mexicanos con problemas de colesterol elevado.
En tanto, el doctor Eugenio del Callejo, Director Médico de PROBIOMED, refirió, esta estatina líder, conocida como atorvastatina, cuyo nombre comercial es Vascol, ayuda exitosamente a llevar al paciente a lograr los niveles óptimos de colesterol, toda vez que normaliza el perfil de lípidos, al disminuir el colesterol LDL o “malo” entre 38 y 55 por ciento, reduce los triglicéridos entre 17 y 35 por ciento, y eleva las cifras del colesterol bueno entre 79 y 88 mg/dl.
La atorvastatina, disminuye las complicaciones y mayor mortalidad causada por eventos cardiovasculares, reduciendo hasta en un 43 por ciento el infarto agudo del miocardio, en 27 por ciento la enfermedad vascular cerebral y en 36 por ciento el desarrollo de enfermedad arterial coronaria.
Siendo los medicamentos más prescritos para el tratamiento de la hipercolesterolemia, las estatinas como la atorvastatina han probado reducir la morbilidad y mortalidad en pacientes con colesterol elevado, a través de la inhibición de la producción del colesterol en el hígado. Además, en comparación con otros medicamentos para el tratamiento de esta enfermedad, las estatinas tienen un perfil de seguridad favorable.
Por su parte el doctor Melchor Alpízar, presidente del Comité Interdisciplinario de Diabetes, Obesidad y Enfermedades Cardiovasculares AC, señaló que de acuerdo con las actuales guías del Programa Nacional de Educación en Colesterol de Estados Unidos, denominadas ATP III (Adult Treatment Panel III), el nivel deseable de colesterol total debe ser menor a 200 mg/dl (miligramos por decilitro), mientras que el colesterol LDL o “malo” debe estar por debajo de los 100 mg/dl y el colesterol HDL o bueno por arriba de 45 mg/dl.
En este sentido, la American Heart Association (AHA), señala que las estatinas son las terapias más eficaces para reducir el colesterol y reducción del riesgo cardiovascular, puesto que diversas investigaciones científicas revelan que estos medicamentos contribuyen a disminuir eficazmente el colesterol LDL o “malo” entre 20 y 45 por ciento. También, contribuyen a la reducción de los triglicéridos y al incremento del colesterol HDL (colesterol bueno).
La Organización Mundial de la Salud reporta que en la mayoría de los países industrializados y de economías emergentes, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad en adultos con aproximadamente 17.5 millones de decesos anuales. De seguir esta tendencia, la OMS proyecta que para el año 2015 las enfermedades cardiovasculares, cobrarán la vida de alrededor de 20 millones de personas, principalmente por infarto del corazón y enfermedad vascular cerebral.
Cabe señalar que la atorvastatina es el medicamento reductor de colesterol con el mayor número de estudios internacionales en el mundo, los cuales avalan su seguridad, eficacia y conveniencia para los pacientes con problemas de colesterol elevado. Razón por la cual, es una gran noticia saber que más pacientes con problemas de colesterol elevado ya cuentan con una excelente y accesible estrategia terapéutica que permitirá lograr una mayor eficacia en la reducción del colesterol LDL o “malo”.
Los especialistas coincidieron en señalar que, junto con una terapia farmacológica, es importante que los pacientes cambien hacia un estilo de vida más sano, en el cual incluyan una dieta saludable, práctica de ejercicio y eviten el tabaco, al tiempo que sigan un adecuado control de factores de riesgo tales como diabetes, hipertensión y obesidad.
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