ENFERMEDAD INFLAMATORIA DE CAUSA DESCONOCIDA: ARTRITIS REUMATOIDE
René Dávila
MÉXICO.-Sufre de dolor e inflamación de las articulaciones, rigidez de las mismas, articulaciones agrandadas o deformes (dedos torcidos hacia el meñique o las muñecas hinchadas), congeladas (que se quedan fijas en una posición), quistes detrás de las rodillas (pueden romperse o producir dolor e inflamación de la pierna), nódulos duros (abultamientos) por debajo de la piel de las articulaciones afectadas, fiebre baja, ganglios linfáticos inflamados, Síndrome de Sjögren (resequedad de los ojos y boca) o inflamación del ojo, puede ser uno más del 1.5 millones de mexicanos con Artritis Reumatoide (AR).
Esta enfermedad inflamatoria de causa desconocida, crónica y en ocasiones sistemática, que se caracteriza por la inflamación de una articulación, afecta a una de cada cuatro personas mayores de 50 años y una de cada cinco entre 20 y 40 años de edad. Y de los pacientes el 10 por ciento llega a tener un grado de discapacidad total y un 25 por ciento alcanza limitaciones considerables. Existen 150 tipos de artritis y la reumatoide se encuentra entre las diez primeras causas de atención médica, y del 1.5 millones el 75 por ciento son mujeres, y en ocasiones la enfermedad produce inflamación de los vasos de la sangre (vasculitis) que provoca lesiones de los nervios y úlceras en las piernas, así como inflamación de las membranas que rodean los pulmones (pleuritis), del saco que rodea el corazón (pericarditis) o bien inflamación y cicatrización de los pulmones, que puede provocar dolor en el pecho, dificultad para respirar y funcionamiento anormal del corazón.
Con conferencia de medios, la internista y reumatóloga Patricia Victoria Sosa Espinosa, dio a conocer los resultados de los estudios AMBITION y RADIATE presentado recientemente en el Congreso de la European League Against Rheumatism (EULAR), celebrado en Paris, Francia, en donde Tocilizumab demostró superioridad en el tratamiento estándar actual para la artritis reumatoide, metotrexato (MTX), al lograr una importante disminución en los signos y síntomas de la AR, como inflamación y dolor de las articulaciones.
Tocilizumab, producido mediante ingeniería genética, es un medicamento biológico modificador de la AR dirigido contra el receptor de interleucina 6 (IL-6), el cual inhibe el avance de la enfermedad. Con esto se logra evitar la destrucción de las articulaciones y ayuda en manifestaciones sistémicas como la anemia, fatigo y osteoporosis.
El estudio AMBITION fue aplicado a un grupo de pacientes el cuál después de seis meses, logró una evolución 20 por ciento superior al utilizar este tratamiento comparado con los que usan MTX.
En el segundo estudio, RADIATE, con Tocilizumab –publicado en Internet en annals of rheumatic diseases, también es efectivo en pacientes difíciles de tratar, quienes han tenido una respuesta negativa a los fármacos comúnmente utilizados para AR, conocidos como anti-TNFs (terapia de factor de necrosis antitumoral), y con reducción de sus signos y síntomas después de 24 semanas de tratamiento.
En los estudios participaron más de cuatro mil pacientes de AR en 41 países, incluyendo Europa, Estados Unidos y México, y casi un tercio fue dado de alta, sin importar el tratamiento previo o la duración de la enfermedad que hasta el momento, la causa que lo provoca es desconocido.
Ocurre cuando el sistema inmunológico natural del cuerpo ataca las articulaciones o coyunturas y los tejidos sanos, causando una inflamación y daño en las articulaciones. La genética puede desempeñar un papel en la oportunidad de desarrollar la enfermedad. Algunos científicos creen que las bacterias o un virus pueden ocasionar la enfermedad. Otros, que ciertas hormonas pueden desempeñar un papel, y la AR no es contagiosa.
Tradicionalmente su tratamiento consiste en reposo regular de las articulaciones afectadas, medicamentos antiinflamatorios no esteroides como el Ibuprofeno, medicamentos modificadores de la enfermedad (FARME) como Metotrexato, Cloroquina, Hidroxicloroquina, así como Corticoesteroides para reducir la inflamación. Además, ejercicios para que las articulaciones mantengan la máxima flexibilidad posible, fisioterapia para evitar que las articulaciones se queden congeladas (se vuelvan inmóviles), aplicación de calor o frío en las articulaciones, cirugía para reparar, sustituir o fusionar una articulación afectada, y aparatos especiales que sirvan de apoyo a la articulación afectada.
René Dávila
MÉXICO.-Sufre de dolor e inflamación de las articulaciones, rigidez de las mismas, articulaciones agrandadas o deformes (dedos torcidos hacia el meñique o las muñecas hinchadas), congeladas (que se quedan fijas en una posición), quistes detrás de las rodillas (pueden romperse o producir dolor e inflamación de la pierna), nódulos duros (abultamientos) por debajo de la piel de las articulaciones afectadas, fiebre baja, ganglios linfáticos inflamados, Síndrome de Sjögren (resequedad de los ojos y boca) o inflamación del ojo, puede ser uno más del 1.5 millones de mexicanos con Artritis Reumatoide (AR).
Esta enfermedad inflamatoria de causa desconocida, crónica y en ocasiones sistemática, que se caracteriza por la inflamación de una articulación, afecta a una de cada cuatro personas mayores de 50 años y una de cada cinco entre 20 y 40 años de edad. Y de los pacientes el 10 por ciento llega a tener un grado de discapacidad total y un 25 por ciento alcanza limitaciones considerables. Existen 150 tipos de artritis y la reumatoide se encuentra entre las diez primeras causas de atención médica, y del 1.5 millones el 75 por ciento son mujeres, y en ocasiones la enfermedad produce inflamación de los vasos de la sangre (vasculitis) que provoca lesiones de los nervios y úlceras en las piernas, así como inflamación de las membranas que rodean los pulmones (pleuritis), del saco que rodea el corazón (pericarditis) o bien inflamación y cicatrización de los pulmones, que puede provocar dolor en el pecho, dificultad para respirar y funcionamiento anormal del corazón.
Con conferencia de medios, la internista y reumatóloga Patricia Victoria Sosa Espinosa, dio a conocer los resultados de los estudios AMBITION y RADIATE presentado recientemente en el Congreso de la European League Against Rheumatism (EULAR), celebrado en Paris, Francia, en donde Tocilizumab demostró superioridad en el tratamiento estándar actual para la artritis reumatoide, metotrexato (MTX), al lograr una importante disminución en los signos y síntomas de la AR, como inflamación y dolor de las articulaciones.
Tocilizumab, producido mediante ingeniería genética, es un medicamento biológico modificador de la AR dirigido contra el receptor de interleucina 6 (IL-6), el cual inhibe el avance de la enfermedad. Con esto se logra evitar la destrucción de las articulaciones y ayuda en manifestaciones sistémicas como la anemia, fatigo y osteoporosis.
El estudio AMBITION fue aplicado a un grupo de pacientes el cuál después de seis meses, logró una evolución 20 por ciento superior al utilizar este tratamiento comparado con los que usan MTX.
En el segundo estudio, RADIATE, con Tocilizumab –publicado en Internet en annals of rheumatic diseases, también es efectivo en pacientes difíciles de tratar, quienes han tenido una respuesta negativa a los fármacos comúnmente utilizados para AR, conocidos como anti-TNFs (terapia de factor de necrosis antitumoral), y con reducción de sus signos y síntomas después de 24 semanas de tratamiento.
En los estudios participaron más de cuatro mil pacientes de AR en 41 países, incluyendo Europa, Estados Unidos y México, y casi un tercio fue dado de alta, sin importar el tratamiento previo o la duración de la enfermedad que hasta el momento, la causa que lo provoca es desconocido.
Ocurre cuando el sistema inmunológico natural del cuerpo ataca las articulaciones o coyunturas y los tejidos sanos, causando una inflamación y daño en las articulaciones. La genética puede desempeñar un papel en la oportunidad de desarrollar la enfermedad. Algunos científicos creen que las bacterias o un virus pueden ocasionar la enfermedad. Otros, que ciertas hormonas pueden desempeñar un papel, y la AR no es contagiosa.
Tradicionalmente su tratamiento consiste en reposo regular de las articulaciones afectadas, medicamentos antiinflamatorios no esteroides como el Ibuprofeno, medicamentos modificadores de la enfermedad (FARME) como Metotrexato, Cloroquina, Hidroxicloroquina, así como Corticoesteroides para reducir la inflamación. Además, ejercicios para que las articulaciones mantengan la máxima flexibilidad posible, fisioterapia para evitar que las articulaciones se queden congeladas (se vuelvan inmóviles), aplicación de calor o frío en las articulaciones, cirugía para reparar, sustituir o fusionar una articulación afectada, y aparatos especiales que sirvan de apoyo a la articulación afectada.
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