
René Dávila
MÉXICO.-Sensación de zumbido en los oídos, disminución auditiva y pérdida de equilibrio, pueden ser indicativos de diabetes Mellitus tipo 2, dijo Alma Pesquera Romero, especialista en Otoneurología del Hospital General de Zona No. 1 “Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Señaló que la audición es lo que primero se afecta por la diabetes. Quienes la padecen desarrollan sordera súbita de un sólo oído o disminución auditiva de hasta 40 por ciento, debido a que se dañan todas las arterias que, como las auriculares, entre más pequeñas mayor daño presentan.
Otro signo de alerta es la acumulación de líquido en las llamadas cavidades del saco linfático del oído, que se presenta en 90 de cada 100 casos y en dos mujeres por cada hombre, ya que en ellas es más frecuente la obesidad, factor de riesgo para desarrollar diabetes Mellitus.
Entre las acciones más novedosas del IMSS para detectar pacientes diabéticos, destacan los exámenes especializados de la funcionalidad del oído, a través de una minuciosa exploración otorrinolaringológica que abarca ese órgano, las fosas nasales, nasofaringe, cavidad oral y laringe. El objetivo no es sólo explorar su conformación, sino valorar detenidamente la función de los nervios craneales, que pueden dar información importante sobre mareos por vértigo central o periférico.
Posteriormente, se realizan estudios de audiometría tonal, como el de Mackenzie, apellido del creador del término "foniátrico", con los cuales se detectan las alteraciones de la audición en relación con los estímulos acústicos, para conocer el grado de escucha y comprensión de las palabras.
Esos métodos permiten analizar el estado de la función auditiva del paciente, a través de una cabina especial conocida como cámara sono-amortiguada, que determina la agudeza sensorial y establece el grado de sordera, así como su ubicación en la parte externa, media o interna del órgano.
También, señal de diabetes es el acúfeno, fenómeno perceptivo consistente en notar golpeteos o pitidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa y que, junto con el vértigo, se manifiestan en esta zona irrigada por un sólo y muy pequeño conducto arterial.
Se trata de la arteria laberíntica que se resiente ante un desorden metabólico provocado por un mal funcionamiento del páncreas, que incapacita al cuerpo para usar eficazmente los carbohidratos, las proteínas y las grasas.
Los pacientes con problemas auditivos son detectados y referidos por el Médico Familiar a los servicios de Otorrinolaringología y Otoneurología del Instituto. Después, con los exámenes de glucosa en laboratorio, se puede confirmar con precisión si una persona es o no diabética.
Para quitar las molestias auditivas y el vértigo, en el Seguro Social se cuenta con medicamentos, como la glibenclamida y se recomiendan diuréticos, ya que, al eliminar agua, se reduce la cantidad existente en el oído interno, disminuyendo la sensación de mareo.
Ante la sospecha de diabetes, recomendó una dieta sin azúcares, no tomar jugos en ayunas y reducir el consumo de frutas. Un vaso grande con jugo de naranja equivale a 18 cucharadas de azúcar. Se deben modificar los hábitos alimenticios típicos del mexicano, prescindiendo de los cócteles de frutas gigantescos, copeteados con crema chantilly, ciruelas pasa y nueces que, en conjunto, elevan los niveles de glucosa en la sangre.
Sobre todo, apuntó, no hay que tomar refrescos. Según estadísticas recientes, después de Estados Unidos, México mantiene el segundo lugar a nivel mundial en consumo de bebidas gaseosas per cápita que, en total, suma 300 millones de cajas al año en el país.
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