MÁS DE LA TERCERA PARTE DE AGUA DEL SISTEMA CUTZAMALA SE PIERDE EN FUGAS
René Dávila
MÉXICO.-La escasez de agua que enfrenta la Ciudad de México se debe a que más de la tercera parte del vital líquido que se trae del Sistema Cutzamala a la Zona Metropolitana del Valle de México se pierde en fugas, y de ese porcentaje, el 50 por ciento se derrocha en las redes de distribución y en los domicilios, por lo que urge crear una cultura del agua, aseguró el Coordinador del Programa Ambiental del Instituto Politécnico Nacional, Héctor Mayagoitia Domínguez.
Advirtió la necesidad de fomentar el ahorro de agua entre los mexicanos, toda vez que la pérdida por fugas y mal uso es cada vez mayor, lo cual incide en los hundimientos de tierra de grandes dimensiones.
Hace unas décadas, se hablaba de la escasez de agua; hoy esta situación se presenta ya en diversas regiones del país, como resultado de la sobreexplotación de los mantos acuíferos; de 653 acuíferos ubicados en territorio nacional, 104 están sobreexplotados y esto hace que la situación del agua en México se torne cada día más difícil.
Alertó que las sequías se intensificarán en el norte del país y la crisis del agua se acentuará en las zonas metropolitanas de las ciudades más grandes que integran las entidades de la República.
Aunado al desperdicio se presenta cada vez más el problema de los hundimientos, como resultado de que se ha extraído demasiada agua del subsuelo, lo que propicia vacíos y la formación de grietas o hundimientos en zonas urbanas.
Los acuíferos que se están secando podrían recargarse con agua de lluvia, pero la falta de infraestructura para que se utilice adecuadamente el vital líquido, hace que se pierda al irse al drenaje; si se hiciera una buena utilización de esa agua, hasta se podría enviar a los estados del norte del país que carecen de agua.
Al paso del tiempo, al país le saldrá más barato invertir en infraestructura que seguir invirtiendo en traer agua de cuencas cada vez más lejanas.
La Zona Metropolitana del Valle de México que abarca 16 delegaciones, 58 municipios del Estado de México y uno de Hidalgo, obtienen el 70 por ciento del líquido de sus propios acuíferos.
Lo lamentable es que se extrae casi el doble de lo que las lluvias pueden recargar al acuífero, lo que ocasiona que el nivel del mismo se abata casi un metro anualmente y esto provoca el hundimiento de entre 10 y 30 centímetros anuales en la Ciudad de México.
Desde 1952 está prohibido abrir más pozos, por lo que se ha dado una sobreexplotación de los ya existentes, mientras que la población ha ido en aumento y el desperdicio del agua se hace más evidente en las grandes ciudades.
Muestra de lo anterior es que actualmente el consumo de agua por persona en promedio es de 350 litros diarios, lo que ha provocado que hoy en día exista un déficit de cinco metros cúbicos por segundo en la Zona Metropolitana del Valle de México.
La solución no está en traerla de otras cuencas, sino en el abastecimiento vía captación de lluvia en pozos de absorción y a nivel doméstico, además del tratamiento de aguas residuales. Otra alternativa sería el cobro real del costo del agua, porque actualmente se paga muy poco en comparación al valor que tiene traerla; en esa forma se crearía conciencia por parte del consumidor y se evitaría el desperdicio que hoy se da.
Lamentablemente existen Delegaciones en la Ciudad de México donde el abasto del agua se sigue dando en pipas, como resultado de que otros consumidores abusan y la desperdician. Las zonas más pobres son las que carecen de servicios, como el agua entubada y el precio que pagan por las pipas es muy superior.
El Coordinador del Programa Ambiental del Politécnico indicó que una población educada en el manejo del agua redituará en la obtención de un ahorro y uso racional del recurso. Mayagoitia Domínguez destacó que cada ciudadano puede aplicar algunas medidas para el ahorro del agua, como son: Evitar fugas en tuberías, tinacos, muebles de baño, grifos y llaves; instalar accesorios economizadores en regaderas, llaves y fregaderos, y evitar el uso de la manguera para el lavado de vehículos.
René Dávila
MÉXICO.-La escasez de agua que enfrenta la Ciudad de México se debe a que más de la tercera parte del vital líquido que se trae del Sistema Cutzamala a la Zona Metropolitana del Valle de México se pierde en fugas, y de ese porcentaje, el 50 por ciento se derrocha en las redes de distribución y en los domicilios, por lo que urge crear una cultura del agua, aseguró el Coordinador del Programa Ambiental del Instituto Politécnico Nacional, Héctor Mayagoitia Domínguez.
Advirtió la necesidad de fomentar el ahorro de agua entre los mexicanos, toda vez que la pérdida por fugas y mal uso es cada vez mayor, lo cual incide en los hundimientos de tierra de grandes dimensiones.
Hace unas décadas, se hablaba de la escasez de agua; hoy esta situación se presenta ya en diversas regiones del país, como resultado de la sobreexplotación de los mantos acuíferos; de 653 acuíferos ubicados en territorio nacional, 104 están sobreexplotados y esto hace que la situación del agua en México se torne cada día más difícil.
Alertó que las sequías se intensificarán en el norte del país y la crisis del agua se acentuará en las zonas metropolitanas de las ciudades más grandes que integran las entidades de la República.
Aunado al desperdicio se presenta cada vez más el problema de los hundimientos, como resultado de que se ha extraído demasiada agua del subsuelo, lo que propicia vacíos y la formación de grietas o hundimientos en zonas urbanas.
Los acuíferos que se están secando podrían recargarse con agua de lluvia, pero la falta de infraestructura para que se utilice adecuadamente el vital líquido, hace que se pierda al irse al drenaje; si se hiciera una buena utilización de esa agua, hasta se podría enviar a los estados del norte del país que carecen de agua.
Al paso del tiempo, al país le saldrá más barato invertir en infraestructura que seguir invirtiendo en traer agua de cuencas cada vez más lejanas.
La Zona Metropolitana del Valle de México que abarca 16 delegaciones, 58 municipios del Estado de México y uno de Hidalgo, obtienen el 70 por ciento del líquido de sus propios acuíferos.
Lo lamentable es que se extrae casi el doble de lo que las lluvias pueden recargar al acuífero, lo que ocasiona que el nivel del mismo se abata casi un metro anualmente y esto provoca el hundimiento de entre 10 y 30 centímetros anuales en la Ciudad de México.
Desde 1952 está prohibido abrir más pozos, por lo que se ha dado una sobreexplotación de los ya existentes, mientras que la población ha ido en aumento y el desperdicio del agua se hace más evidente en las grandes ciudades.
Muestra de lo anterior es que actualmente el consumo de agua por persona en promedio es de 350 litros diarios, lo que ha provocado que hoy en día exista un déficit de cinco metros cúbicos por segundo en la Zona Metropolitana del Valle de México.
La solución no está en traerla de otras cuencas, sino en el abastecimiento vía captación de lluvia en pozos de absorción y a nivel doméstico, además del tratamiento de aguas residuales. Otra alternativa sería el cobro real del costo del agua, porque actualmente se paga muy poco en comparación al valor que tiene traerla; en esa forma se crearía conciencia por parte del consumidor y se evitaría el desperdicio que hoy se da.
Lamentablemente existen Delegaciones en la Ciudad de México donde el abasto del agua se sigue dando en pipas, como resultado de que otros consumidores abusan y la desperdician. Las zonas más pobres son las que carecen de servicios, como el agua entubada y el precio que pagan por las pipas es muy superior.
El Coordinador del Programa Ambiental del Politécnico indicó que una población educada en el manejo del agua redituará en la obtención de un ahorro y uso racional del recurso. Mayagoitia Domínguez destacó que cada ciudadano puede aplicar algunas medidas para el ahorro del agua, como son: Evitar fugas en tuberías, tinacos, muebles de baño, grifos y llaves; instalar accesorios economizadores en regaderas, llaves y fregaderos, y evitar el uso de la manguera para el lavado de vehículos.
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