SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVARené Dávila
MÉXICO.-El desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos limita el goce de la vida íntima, así como el desarrollo integral de las mujeres. Actualmente, 70% de las mexicanas utilizan algún método para el control de la fertilidad.
Décadas atrás, las mujeres en México canalizaban la mayor parte de su vida y energía en engendrar y educar a sus hijos, y una vez que llegaban al climaterio, se dedicaban al cuidado de sus nietos o al de su pareja. De esta forma, el estudio, las actividades laborales y el goce de la sexualidad quedaban a un lado y la mujer se limitaba a ser madre, esposa y abuela.
Incluso, cuando apareció la primera píldora anticonceptiva en el mercado, ésta sólo se vendía a mujeres casadas y con el permiso de su esposo. Durante la década de los años 70´s las mexicanas tenían seis hijos en promedio y sólo 30% de ellas controlaban su fertilidad, afirmó en conferencia de prensa, el doctor Alejandro Morales del Olmo, gineco-obstetra.
Sin embargo, conforme la sociedad evolucionó, las mujeres ganaron múltiples derechos, entre los que se encuentran los sexuales y reproductivos, los cuales han modificado los objetivos de vida y actividades que llevan a cabo día a día las mujeres contemporáneas.
De acuerdo con el doctor Vitelio Velasco, ex coordinador de Salud Reproductiva del Instituto Mexicano del Seguro Social, entre de los derechos más trascendentes y que han modificado la vida de las mujeres de manera radical, se encuentran los que se refieren a la elección libre y responsable del número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y la posibilidad de contar con información y métodos para el control de la fertilidad.
Afortunadamente, hoy en día las mujeres tienen mayor acceso a información veraz y oportuna sobre el control de la natalidad, al tiempo que existe una amplia gama de métodos anticonceptivos que se adaptan a las necesidades de cada una de ellas.
Por su parte, el doctor Mauricio Mendieta, miembro de la Federación Internacional de Sociedades de Ginecología y Obstetricia, comentó que un ejemplo de la revolución sexual en el campo de los métodos anticonceptivos es "Yasmín" (etinilestradiol y drospirenona), enfocado especialmente para las mujeres jóvenes, ya que reduce los síntomas del síndrome premenstrual (principalmente hinchazón en el vientre y disminución de la tensión mamaria y abdominal), al tiempo que reduce el desarrollo de acné, mejora el aspecto del cabello y la piel.
También existen métodos más discretos para el control de la natalidad cuya aplicación es mensual. Uno de ellos es Mesigyna (valerato de estradiol y enantato de norestisterona), inyección mensual que gracias a sus componentes, inhibe la ovulación y evita el paso de los espermatozoides.
Incluso, cuando apareció la primera píldora anticonceptiva en el mercado, ésta sólo se vendía a mujeres casadas y con el permiso de su esposo. Durante la década de los años 70´s las mexicanas tenían seis hijos en promedio y sólo 30% de ellas controlaban su fertilidad, afirmó en conferencia de prensa, el doctor Alejandro Morales del Olmo, gineco-obstetra.
Sin embargo, conforme la sociedad evolucionó, las mujeres ganaron múltiples derechos, entre los que se encuentran los sexuales y reproductivos, los cuales han modificado los objetivos de vida y actividades que llevan a cabo día a día las mujeres contemporáneas.
De acuerdo con el doctor Vitelio Velasco, ex coordinador de Salud Reproductiva del Instituto Mexicano del Seguro Social, entre de los derechos más trascendentes y que han modificado la vida de las mujeres de manera radical, se encuentran los que se refieren a la elección libre y responsable del número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y la posibilidad de contar con información y métodos para el control de la fertilidad.
Afortunadamente, hoy en día las mujeres tienen mayor acceso a información veraz y oportuna sobre el control de la natalidad, al tiempo que existe una amplia gama de métodos anticonceptivos que se adaptan a las necesidades de cada una de ellas.
Por su parte, el doctor Mauricio Mendieta, miembro de la Federación Internacional de Sociedades de Ginecología y Obstetricia, comentó que un ejemplo de la revolución sexual en el campo de los métodos anticonceptivos es "Yasmín" (etinilestradiol y drospirenona), enfocado especialmente para las mujeres jóvenes, ya que reduce los síntomas del síndrome premenstrual (principalmente hinchazón en el vientre y disminución de la tensión mamaria y abdominal), al tiempo que reduce el desarrollo de acné, mejora el aspecto del cabello y la piel.
También existen métodos más discretos para el control de la natalidad cuya aplicación es mensual. Uno de ellos es Mesigyna (valerato de estradiol y enantato de norestisterona), inyección mensual que gracias a sus componentes, inhibe la ovulación y evita el paso de los espermatozoides.
Además presenta ventajas como protección contra la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI), prevención de cáncer en los ovarios y el endometrio, así como reducción en la aparición de la enfermedad benigna de mama.
Si bien actualmente las mujeres están más atentas a su salud que sus antecesoras, suelen delegar el cuidado de su cuerpo, en especial en lo que respecta a su sistema reproductivo, dando prioridad a la atención de la salud de sus seres queridos. En este sentido, uno de los aspectos a los que menor atención se presta en la salud femenina son las infecciones vaginales, las cuales son sumamente frecuentes.
Si bien actualmente las mujeres están más atentas a su salud que sus antecesoras, suelen delegar el cuidado de su cuerpo, en especial en lo que respecta a su sistema reproductivo, dando prioridad a la atención de la salud de sus seres queridos. En este sentido, uno de los aspectos a los que menor atención se presta en la salud femenina son las infecciones vaginales, las cuales son sumamente frecuentes.
Incluso, a decir del doctor Morales, se calcula que todas las mujeres sufren por lo menos una infección vaginal durante su vida, sobre todo “candidiasis”, la cual puede causar múltiples trastornos, entre ellos, infecciones en el sistema digestivo. Por ello, es fundamental acudir al médico –quien indicará el uso de alguna terapia, por ejemplo, Icaden V y Gynotran– cuando se detecten síntomas como modificación del color, consistencia y olor del flujo vaginal, dolor o enrojecimiento de la región genital, molestias durante el coito, ardor, comezón, entre otras.
Derecho al placer sexual de la mujer
Otro de los derechos de las mujeres es al placer sexual; sin embargo, parece que este privilegio termina con la llegada de la madurez, es decir, cuando la menopausia llega a la vida femenina. No obstante, para el doctor Víctor Marín, miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, esto es incorrecto, ya que el amor y la satisfacción sexual son puntos importantes para el bienestar, salud sexual y plenitud de la mujer a cualquier edad.
Las mujeres maduras deben tener una actitud positiva respecto a su cuerpo, su sensualidad y su sexualidad. Lo cierto es que con la llegada de la menopausia junto con la irritabilidad, los sudores nocturnos y los bochornos, hay sequedad vaginal y pérdida del interés sexual, lo que dificulta una vida íntima en pareja.
No hay porque negarse al placer, ya que actualmente el uso de Terapias de Reemplazo Hormonal (TRH) eliminan los trastornos ocasionados por el climaterio, y permiten a la mujer controlar los síntomas de la menopausia, y con ello, continuar con una vida sexual plena. Al mismo tiempo, estos tratamientos ayudan a prevenir el desarrollo de otras enfermedades características de esta etapa, como la osteoporosis.
Actualmente existe una innovadora TRH, que combina el estrógeno natural estradiol con una innovadora progestina drospirenona, la cual ayuda en la función sexual femenina, ya que al reestablecer el balance hormonal, evita la resequedad vaginal y proporciona bienestar por lo que mejora el deseo sexual.
Finalmente, los especialistas coincidieron en que la atención a la salud sexual, el disfrute de la intimidad, así como el conocimiento y ejercicio del resto de los derechos sexuales y reproductivos, garantizan que la mujer disfrute de una vida saludable y plena, al tiempo que será más productiva, lo cual beneficiará a toda la sociedad.
Derechos sexuales y reproductivos de la mujer:
Derecho a la libertad sexual
Derecho a la autonomía, la integridad sexual y la seguridad corporal
Derecho a la vida privada en el terreno de la sexualidad
Derecho a la equidad sexual
Derecho al placer sexual
Derecho a la expresión sexual emocional
Derecho a la libre asociación sexual
Derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables
Derecho a la información basada en el conocimiento científico
Derecho a la educación sexual integral
Derecho a la atención de la salud sexual
Derecho al placer sexual de la mujer
Otro de los derechos de las mujeres es al placer sexual; sin embargo, parece que este privilegio termina con la llegada de la madurez, es decir, cuando la menopausia llega a la vida femenina. No obstante, para el doctor Víctor Marín, miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, esto es incorrecto, ya que el amor y la satisfacción sexual son puntos importantes para el bienestar, salud sexual y plenitud de la mujer a cualquier edad.
Las mujeres maduras deben tener una actitud positiva respecto a su cuerpo, su sensualidad y su sexualidad. Lo cierto es que con la llegada de la menopausia junto con la irritabilidad, los sudores nocturnos y los bochornos, hay sequedad vaginal y pérdida del interés sexual, lo que dificulta una vida íntima en pareja.
No hay porque negarse al placer, ya que actualmente el uso de Terapias de Reemplazo Hormonal (TRH) eliminan los trastornos ocasionados por el climaterio, y permiten a la mujer controlar los síntomas de la menopausia, y con ello, continuar con una vida sexual plena. Al mismo tiempo, estos tratamientos ayudan a prevenir el desarrollo de otras enfermedades características de esta etapa, como la osteoporosis.
Actualmente existe una innovadora TRH, que combina el estrógeno natural estradiol con una innovadora progestina drospirenona, la cual ayuda en la función sexual femenina, ya que al reestablecer el balance hormonal, evita la resequedad vaginal y proporciona bienestar por lo que mejora el deseo sexual.
Finalmente, los especialistas coincidieron en que la atención a la salud sexual, el disfrute de la intimidad, así como el conocimiento y ejercicio del resto de los derechos sexuales y reproductivos, garantizan que la mujer disfrute de una vida saludable y plena, al tiempo que será más productiva, lo cual beneficiará a toda la sociedad.
Derechos sexuales y reproductivos de la mujer:
Derecho a la libertad sexual
Derecho a la autonomía, la integridad sexual y la seguridad corporal
Derecho a la vida privada en el terreno de la sexualidad
Derecho a la equidad sexual
Derecho al placer sexual
Derecho a la expresión sexual emocional
Derecho a la libre asociación sexual
Derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables
Derecho a la información basada en el conocimiento científico
Derecho a la educación sexual integral
Derecho a la atención de la salud sexual
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