Izquierda frena a extrema derecha en comicios legislativos de Francia

Izquierda frena a extrema derecha en comicios legislativos de Francia
Agencias

París. Una coalición izquierdista que se armó inesperadamente previo a las elecciones francesas ganó la mayor cantidad de escaños en las elecciones del domingo, según proyecciones. El sorpresivo resultado deja a la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron en segundo lugar, y a la extrema derecha en tercero.
La falta de una mayoría absoluta por parte de una sola alianza deja a Francia en medio de incertidumbre política y económica.
Los resultados definitivos no son esperados sino hasta tarde la noche del domingo o el lunes en la mañana, en unas volátiles elecciones anticipadas convocadas hace apenas cuatro semanas en una enorme apuesta por parte de Macron.
Según las primeras proyecciones, el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista de centroderecha con entre 150 y 180.
Agrupación Nacional (RN) y sus aliados lograrían entre 115 y 155, pese a que las proyecciones hace una semana les daban una mayoría absoluta y las de hace dos días, una victoria simple.
Los franceses rechazaron el "peor escenario posible", celebró este domingo el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, después que, según las proyecciones, la coalición de izquierdas NFP ganara las elecciones legislativas en Francia lideradas durante toda la campaña por la extrema derecha.
"Nuestro pueblo ha rechazado claramente el peor escenario posible", declaró Mélenchon, para quien el NFP, que carece de mayoría absoluta, debe "gobernar".
El líder del ala radical de la coalición rechazó "entablar negociaciones" con la alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron para alcanzar una mayoría.
"El primer ministro debe irse" y Macron "debe ceder y admitir esta derrota sin intentar eludirla de ningún modo". "El presidente tiene el poder, tiene el deber de convocar al Nuevo Frente Popular para gobernar", expresó el dirigente de izquierda.
Luego de difundirse las estimaciones, el mandatario galo, Emmanuel Macron, pidió "prudencia" y aseguró que su alianza de centroderecha "sigue bien viva".
"La cuestión es quién gobernará a partir de ahora y logrará una mayoría", agregó.
En suma, el secretario general del partido Renacimiento, Stéphane Séjourné, reviró a Mélenchon y consideró "evidente" que el NFP "no puede gobernar Francia", argumentando la falta de mayoría de alguna coalición.
"Hoy, nuestra familia política ha sabido movilizar a millones de franceses en torno a un proyecto republicano, progresista, europeo y humanista. Hoy Juntos por la República ha participado en la clara victoria de los demócratas.
Decenas de millones de franceses han dicho consciente, soberana y masivamente no a la extrema derecha", ha aplaudido.
Pese a que la extrema derecha francesa logró este domingo enviar un número récord de diputados a la Asamblea Nacional, su resultado en las legislativas supone un batacazo a sus ambiciones, con unos resultados que la dejan muy lejos de la mayoría a la que aspiraba.
Por su parte, la líder ultraderechista Marine Le Pen estimó que la victoria de RN "sólo se ha aplazado", luego que su partido quedó tercero, y que Macron se encuentra en una situación "insostenible".
"La marea sube. Esta vez no ha subido lo suficiente, pero sigue subiendo y, en consecuencia, nuestra victoria sólo se retrasa", declaró Le Pen en la cadena televisiva TF1, celebrando que su partido duplicó el número de diputados.
En una sala en la ciudad de Vincennes, en los suburbios de París, donde los partidarios del RN se habían reunido con la esperanza de una gran victoria, la decepción era inmensa cuando se conocieron las primeras proyecciones.
La movilización contra el partido de Marine Le Pen parece haber dado sus frutos y el RN no ha logrado romper su tradicional "techo de cristal".
El resultado hace crecer además las dudas sobre la capacidad de la extrema derecha para ganar unas elecciones a nivel nacional, en un campaña en que se ha acusado al partido de amateurismo.
También han salido a la luz las actitudes y declaraciones racistas, antisemitas o conspirativas de decenas de sus candidatos.
El resultado obligará al RN a cambiar de estrategia si quiere aspirar a una victoria en las presidenciales de 2027.
Marine Le Pen, candidata declarada, tiene la intención de presidir de nuevo el grupo RN en la Asamblea Nacional, que a pesar de todo ha salido fortalecido en estas elecciones.
Dicha incertidumbre política, sin una mayoría clara que debilita tanto al jefe de Estado como al futuro gobierno y que Le Pen, perdedora de las presidenciales de 2017 y 2022, podría aprovechar para presentarse como un baluarte de estabilidad.
En los últimos dos años, Le Pen ya ha demostrado su capacidad para colocarse en el centro del debate político con mociones de censura votadas por sus diputados, aunque sin tumbar ningún gobierno.
Ante una futura coalición de gobierno de la que poco se sabe todavía, ella podría aparecer como una de las principales opositoras, siguiendo el modelo de la jefa de la extrema derecha italiana Giorgia Meloni.
La importancia de los comicios se refleja en la cifra oficial de participación (59.71 por ciento a las 17H00), que fue la más alta desde 1981.
Macron adelantó las elecciones previstas en 2027 para pedir una "aclaración" política a los franceses, a raíz de la victoria de RN en los comicios europeos del 9 de junio, en una decisión "arriesgada", según los analistas.
La respuesta de los electores fue reconducir los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022 --izquierda, centroderecha y extrema derecha--, con una nueva relación de fuerzas y sin mayorías absolutas.
A menos de tres semanas del inicio de los Juegos Olímpicos de París, la incertidumbre planea sobre la composición del próximo gobierno.
El primer ministro, Gabriel Attal, anunció que presentará su dimisión el lunes, pero que continuará "mientras el deber lo exija", a la espera de un nuevo gobierno.
El presidente francés esperará a conocer la "estructura" de la nueva Asamblea, que debe escoger su presidencia el 18 de julio, antes de decidir a quién llamará para formar gobierno, anunció su oficina.
Durante la campaña emergieron varias hipótesis: una coalición entre parte de la izquierda y el oficialismo, o incluso un gobierno tecnócrata con apoyo parlamentario en la segunda economía de la UE.
Pero una eventual coalición parece difícil por las críticas cruzadas entre La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de Mélenchon, importante socio del NFP, y la alianza de Macron, que acusó a este partido de "antiparlamentario" y "antisemita".
Tanto aliados y rivales de Francia en las escena internacional siguieron de cerca estos comicios, máxime cuando París, potencia nuclear, es uno de los motores de la UE y uno de los principales apoyos de Ucrania contra Rusia.
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