WASHINGTON.- Las emergencias pueden ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. Cuando se presentan, y la comida y el agua potable comienzan a escasear, los bebés y los niños pequeños se vuelven especialmente vulnerables. No importante qué tipo de emergencia sea -un conflicto armado, un terremoto, inundaciones o la pandemia de influenza- amamantar puede salvar vidas.
El lema de la Semana Mundial de la Lactancia de este año, que se celebra del 1 al 7 de agosto, es "Amamantamiento: una respuesta de emergencia vital" y resalta la lactancia como un acto que protege a los bebés y niños pequeños en todo momento y en cualquier lugar.
Durante una emergencia, los pequeños son especialmente vulnerables a la desnutrición, a las enfermedades y a la muerte. En este escenario crítico, el amamantamiento se convierte en la única fuente segura de alimento y fluidos, además de mantener al bebé abrigado en los brazos de su mamá.
La leche materna, que está disponible inmediatamente, además los protege contra un abanico amplio de infecciones frecuentes.
Una percepción errada es que el estrés o la nutrición inadecuada pueden comprometer la habilidad de la madre para amamantar exitosamente. El resultado de esta percepción es la donación descontrolada de sustitutos de la leche. Estos productos pueden minar el amamantamiento y deberían evitarse.
Proteger la lactancia de influencias del mercado inapropiadas es un componente esencial en una intervención de emergencia. El foco debería estar en la protección y apoyo activos del amamantamiento.
La doctora Mirta Roses Periago, directora de la OPS, destaca que "la preparación para emergencias es vital, y apoyar el amamantamiento en espacios seguros fortalecerá la capacidad de las madres de resolver el tema del alimento durante la emergencia".
La Iniciativa Hospital Amigo del Niño y el Código Internacional sobre el Negocio de Sustitutos de la leche son dos instrumentos de política global importantes para ayudar a crear un medio ambiente que apoye el amamantamiento.
"Durante las emergencias, las madres necesitan un apoyo activo para continuar, o reestablecer, el amamantamiento", remarcó la doctora Chessa Lutter, asesora regional de la OPS en Alimentos y Nutrición. "Además, ellas necesitan lugares seguros para amamantar, acceso a consejeros calificados y el apoyo de otras madres", finalizó.
La OPS fue establecida oficialmente en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con los países de las Américas para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes. Funciona como la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud.
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