LA OMS IDEA UN NUEVO INSTRUMENTO PARA MEJORA LA SEGURIDAD DE LAS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS
René Dávila
MÉXICO.-En respuesta al elevado número de intervenciones de cirugía mayor -234 millones por año, es decir, una por cada 25 personas-, y a las conclusiones de diversos estudios según las cuales un porcentaje considerable tienen complicaciones y defunciones prevenibles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de ultimar, como parte de una campaña importante de mejora de la seguridad de las operaciones en el mundo entero, una nueva lista de comprobación de las normas de seguridad que los equipos quirúrgicos podrán utilizar en las operaciones.
Ésta edición de las directrices y la lista presentadas por la OMS, está prevista para finales de 2008, cuando queden ultimadas, una vez concluida la evaluación de los 8 centros piloto ubicados en diferentes partes del mundo.
La lista de comprobación identifica tres etapas dentro del proceso operatorio; cada una de ellas corresponde a un periodo concreto dentro de las tareas normales de intervención, a saber: el momento previo a la administración de la anestesia («comprobación preoperatoria»), el momento previo a la incisión («comprobación preincisión») y el momento previo al abandono del quirófano («comprobación presalida»).
En cada una de esas etapas, debe permitirse que un coordinador encargado de la lista confirme que el equipo ha completado las tareas pertinentes antes de seguir adelante con la operación. Así por ejemplo, en la etapa de «comprobación preoperatoria» se confirma el marcado del punto de inserción y se repasan las alergias conocidas del paciente, o durante la etapa de «comprobación presalida» se cuentan los instrumentos, gasas y agujas.
De los resultados preliminares obtenidos de un millar de pacientes que participaron en ocho iniciativas piloto organizadas en diversas partes del mundo, la utilización de la lista casi multiplica por dos las probabilidades de un paciente de recibir una atención quirúrgica conforme a las normas pertinentes. La implantación de este instrumento en los centros piloto ha propiciado un aumento de la adhesión a las normas de atención quirúrgica del 36% al 68%, alcanzándose en algunos hospitales niveles cercanos al 100%. Esto, a su vez, ha entrañado por ahora notables reducciones de las complicaciones y defunciones dentro del grupo en cuestión.
En los países industrializados se producen complicaciones graves en entre un 3% y un 16% de las intervenciones quirúrgicas practicadas en pacientes hospitalizados, y las tasas conexas de discapacidad permanente o mortalidad oscilan entre un 0,4% y un 0,8%.
En los países en desarrollo sitúan las tasas de defunción correspondientes a las intervenciones de cirugía mayor entre un 5% y un 10%. La anestesia general por sí sola se cobra en algunas partes del África subsahariana la vida de uno de cada 150 pacientes. Las infecciones y demás complicaciones postoperatorias también representan un grave problema a nivel mundial. La mitad de esas complicaciones podrían prevenirse.
La doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS, indicó, los traumatismos y defunciones prevenibles de origen quirúrgico están suscitando una creciente preocupación, por lo que utilizar esta lista de comprobación es la mejor manera de reducir los errores quirúrgicos y mejorar la seguridad del paciente.
La atención quirúrgica constituye desde hace más de un siglo un elemento esencial de los sistemas sanitarios a nivel mundial, indicó el doctor Atul Gawande, cirujano y profesor de la Universidad de Harvard. Aunque en las últimas décadas se han logrado una serie de mejoras decisivas, la calidad y seguridad de la atención quirúrgica sigue siendo alarmantemente variable en todas las partes del mundo. La iniciativa «Las prácticas quirúrgicas seguras salvan vidas» tiene por objeto solucionar este problema aumentando los niveles exigibles por los pacientes en cualquier entorno».
La iniciativa es fruto de una labor en colaboración dirigida por la Escuela de Salud Pública de Harvard en la que participan más de 200 sociedades médicas nacionales e internacionales y ministerios de salud, en un esfuerzo por cumplir el objetivo de reducir la carga de las defunciones y complicaciones prevenibles en la atención quirúrgica. La lista OMS para la comprobación de la seguridad en las intervenciones quirúrgicas ha sido elaborada bajo la dirección del doctor Gawande, e identifica un conjunto de normas de seguridad aplicables a esos fines en todos los países y entornos sanitarios.
René Dávila
MÉXICO.-En respuesta al elevado número de intervenciones de cirugía mayor -234 millones por año, es decir, una por cada 25 personas-, y a las conclusiones de diversos estudios según las cuales un porcentaje considerable tienen complicaciones y defunciones prevenibles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de ultimar, como parte de una campaña importante de mejora de la seguridad de las operaciones en el mundo entero, una nueva lista de comprobación de las normas de seguridad que los equipos quirúrgicos podrán utilizar en las operaciones.
Ésta edición de las directrices y la lista presentadas por la OMS, está prevista para finales de 2008, cuando queden ultimadas, una vez concluida la evaluación de los 8 centros piloto ubicados en diferentes partes del mundo.
La lista de comprobación identifica tres etapas dentro del proceso operatorio; cada una de ellas corresponde a un periodo concreto dentro de las tareas normales de intervención, a saber: el momento previo a la administración de la anestesia («comprobación preoperatoria»), el momento previo a la incisión («comprobación preincisión») y el momento previo al abandono del quirófano («comprobación presalida»).
En cada una de esas etapas, debe permitirse que un coordinador encargado de la lista confirme que el equipo ha completado las tareas pertinentes antes de seguir adelante con la operación. Así por ejemplo, en la etapa de «comprobación preoperatoria» se confirma el marcado del punto de inserción y se repasan las alergias conocidas del paciente, o durante la etapa de «comprobación presalida» se cuentan los instrumentos, gasas y agujas.
De los resultados preliminares obtenidos de un millar de pacientes que participaron en ocho iniciativas piloto organizadas en diversas partes del mundo, la utilización de la lista casi multiplica por dos las probabilidades de un paciente de recibir una atención quirúrgica conforme a las normas pertinentes. La implantación de este instrumento en los centros piloto ha propiciado un aumento de la adhesión a las normas de atención quirúrgica del 36% al 68%, alcanzándose en algunos hospitales niveles cercanos al 100%. Esto, a su vez, ha entrañado por ahora notables reducciones de las complicaciones y defunciones dentro del grupo en cuestión.
En los países industrializados se producen complicaciones graves en entre un 3% y un 16% de las intervenciones quirúrgicas practicadas en pacientes hospitalizados, y las tasas conexas de discapacidad permanente o mortalidad oscilan entre un 0,4% y un 0,8%.
En los países en desarrollo sitúan las tasas de defunción correspondientes a las intervenciones de cirugía mayor entre un 5% y un 10%. La anestesia general por sí sola se cobra en algunas partes del África subsahariana la vida de uno de cada 150 pacientes. Las infecciones y demás complicaciones postoperatorias también representan un grave problema a nivel mundial. La mitad de esas complicaciones podrían prevenirse.
La doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS, indicó, los traumatismos y defunciones prevenibles de origen quirúrgico están suscitando una creciente preocupación, por lo que utilizar esta lista de comprobación es la mejor manera de reducir los errores quirúrgicos y mejorar la seguridad del paciente.
La atención quirúrgica constituye desde hace más de un siglo un elemento esencial de los sistemas sanitarios a nivel mundial, indicó el doctor Atul Gawande, cirujano y profesor de la Universidad de Harvard. Aunque en las últimas décadas se han logrado una serie de mejoras decisivas, la calidad y seguridad de la atención quirúrgica sigue siendo alarmantemente variable en todas las partes del mundo. La iniciativa «Las prácticas quirúrgicas seguras salvan vidas» tiene por objeto solucionar este problema aumentando los niveles exigibles por los pacientes en cualquier entorno».
La iniciativa es fruto de una labor en colaboración dirigida por la Escuela de Salud Pública de Harvard en la que participan más de 200 sociedades médicas nacionales e internacionales y ministerios de salud, en un esfuerzo por cumplir el objetivo de reducir la carga de las defunciones y complicaciones prevenibles en la atención quirúrgica. La lista OMS para la comprobación de la seguridad en las intervenciones quirúrgicas ha sido elaborada bajo la dirección del doctor Gawande, e identifica un conjunto de normas de seguridad aplicables a esos fines en todos los países y entornos sanitarios.
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