MUEREN DIARIAMENTE EN MÉXICO 55 PERSONAS POR ACCIDENTES DE TRÁNSITO Y 40 MÁS EN HECHOS VIOLENTOS 
René Dávila
MÉXICO.-El Director del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (CENAPRA), de la Secretaría de Salud, Arturo Cervantes Trejo, aseguró que en nuestro país mueren diariamente 55 personas por accidentes de tránsito y 40 más en hechos violentos, y reconoció que el excesivo consumo de alcohol está estrechamente relacionado con el índice de defunciones en jóvenes y la alta demanda de hospitalización y servicios de emergencia que cuestan al país más de 110 mil millones de pesos al año.
Al dictar la conferencia “Accidentes y Violencia, Epidemia Silenciosa”, ante orientadores, personal médico y los coordinadores de los 40 Comités de Seguridad y Contra la Violencia del Instituto Politécnico Nacional, el funcionario destacó que lograr modificar los estilos de vida de la población juvenil para evitar esta problemática, es tarea de todos.
El consumo de alcohol se ha incrementado en los niños y los jóvenes y esto ha repercutido en el aumento de la violencia, los suicidios, las violaciones, la desintegración familiar, el divorcio y la violencia de parejas.
Si nosotros vemos el tamaño del problema, de la violencia y de las lesiones no intencionales que son lo que comúnmente llamamos accidentes, nos vamos a dar cuenta que se están muriendo anualmente cerca de cinco millones de personas en el mundo, 14 mil personas cada día, sin embargo, estas causas externas intencionales o no intencionales son 100 por ciento prevenibles.
Los jóvenes están bebiendo a tasas ascendentes, toda vez que las mujeres antes tomaban menos y ahora lo hacen igual que los hombres, lo que trae consigo que los accidentes ocurran invariablemente en ambos sexos. “Por eso hay que poner el enfoque en este tema, porque de esta manera vamos a salvar muchas vidas.
Casi la mitad de las personas que intentan suicidarse previamente consumen alcohol y una cuarta parte de todas las defunciones por accidentes de tráfico en personas alcoholizadas involucran a un joven, lo cual es algo que se debe evitar, a fin de que estos muchachos vivan para cumplir sus sueños y no mueran o queden con lesiones irreversibles.
La mayor parte de la población juvenil no mide los riesgo que implica consumir alcohol, pero está comprobado que uno a dos tragos modifican la conducta, disminuyen los reflejos, producen una falsa sensación de seguridad y originan conductas temerarias.
Chocar a 80 ó 100 kilómetros por hora equivale a aventarse de un edificio de nueve pisos, mientras que chocar a 50 kilómetros por hora es similar a arrojarse de un edificio de tres pisos, por lo que hizo hincapié en el papel que juegan las Instituciones de Educación Superior como el Politécnico, para incidir en la formación integral de los jóvenes a través de la orientación, la información y la difusión de los riesgos que implica para este sector el excesivo consumo del alcohol, así como respetar las normas de tránsito y utilizar los aditamentos necesarios, como el uso de cinturones de seguridad en los vehículos y de cascos en caso de los motociclistas.
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