EL BYPASS GÁSTRICO SALVA LA VIDA DEL PACIENTE OBESO
René Dávila
MÉXICO.-La cirugía de bypass gástrico es una alternativa que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece al paciente con obesidad mórbida, cuando éste no ha logrado perder peso con ningún otro método. Se trata de una intervención quirúrgica de alta especialidad, que disminuye el volumen del estómago y la capacidad de absorción del intestino. Esta técnica médica, aseguran especialistas, puede salvar la vida.
Durante 2007, el Seguro Social practicó 237 intervenciones de bypass gástrico en el que Nuevo León, Distrito Federal y Chihuahua, registraron el mayor número de cirugías con 62, 34 y 19, respectivamente.
El doctor Francisco Andrés Gómez Bautista, médico cirujano del Hospital General Regional No. 25 del Seguro Social, aseguró que la cirugía de bypass, también conocida como derivación gástrica, sólo se sugiere para personas mayores de 18 años y para realizarla, los especialistas valoran el estado general del paciente, quien no debe presentar otras complicaciones de salud como hipertensión, diabetes, insuficiencia renal, enfermedades del corazón o desnutrición.
La técnica de bypass gástrico, disminuye la capacidad del estómago y de absorción del intestino, para que el paciente baje de peso. Se puede hacer por cirugía laparoscópica o abierta por medio de engrapadoras.
Para programar estos procedimientos quirúrgicos, se determinan a los candidatos idóneos. En primera instancia, confirman el diagnóstico de obesidad mediante una operación matemática, a fin de conocer el índice de masa corporal (IMC) del paciente, el cual se obtiene al dividir el peso entre el valor de la estatura al cuadrado.
Por ejemplo, si un paciente pesa 95 kilogramos y mide 1.60 metros; se divide su peso entre el valor al cuadrado de su estatura, que es de 2.56, lo que da como resultado 37.10 en este caso, se habla de sobrepeso severo. Si el IMC es superior a 40, se le considera obesidad mórbida.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT), uno de cada tres mexicanos padece de sobrepeso u obesidad, lo que ubica al país como la segunda nación con más problemas de esa índole a nivel mundial. La encuesta indica que en México existen más de 4 millones de niños de 5 a 11 años de edad con esta patología. También, se reporta que cerca de 5 millones de adolescentes presentan la misma problemática y esta prevalencia aumenta considerablemente en la edad adulta.
Los médicos que intervienen en estos casos de obesidad mórbida son psiquiatras, anestesiólogos, cirujanos, neuroterapeutas, cardiólogos, internistas, endocrinólogos y nutriólogos. Así, con el consenso del equipo multidisciplinario se decide si el paciente es candidato a la cirugía.
La participación del psiquiatra es de gran importancia, ya que ayuda a identificar cuadros depresivos o trastornos cognitivos que pueden complicar la intervención quirúrgica, señaló la doctora Irma Corlay Noriega, médico del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI. El objetivo, es detectar oportunamente estas alteraciones y ofrecer un tratamiento farmacológico y de psicoterapia.
Si se manifiesta depresión, se prescriben antidepresivos y de ser necesario, también ansiolíticos, medicamentos que disminuyen la angustia. Estas afectaciones se presentan por la incertidumbre generada por las interrogantes de ¿qué me va a pasar? ¿Cómo voy a salir de la operación? ¿Cuántos días voy a estar hospitalizado?.
Además, estudios de costo beneficio demuestran que, cuando se detecta oportunamente al paciente con depresión, se reduce el tiempo de hospitalización, las complicaciones médicas, los medicamentos y, sobre todo, se reintegra al paciente más rápidamente a su casa, su familia y su trabajo.
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