EL VIH/SIDA YA NO ES UNA SENTENCIA DE MUERTE
René Dávila
27 de noviembre de 2007
MÉXICO.-Un sondeo aplicado a médicos especialistas a nivel nacional, revela que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana/Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH/SIDA) es una enfermedad crónica controlable y no una sentencia de muerte, pero, los pacientes no deben confiarse ya que una de las causas más comunes por las que el VIH /SIDA genera resistencia, radica en la falta de apego al tratamiento, el mal cumplimiento o no realizar las terapias que el médico prescribe.Más del 90% de los médicos especialistas encuestados clasificaron como prioritario el compromiso del paciente con el tratamiento que debe seguir a partir de que se le diagnostica como portador del VIH/SIDA. En conferencia de medios, Margarita Rosas Dossetti, epidemióloga del Hospital General Vicente Villada de la SSA, destacó, aunque la enfermedad no ha podido ser controlada a nivel mundial, la esperanza de vida que puede lograr una persona con el virus puede oscilar entre 20 y 30 años, siempre y cuando permanezca con el tratamiento adecuado.La terapia antirretroviral (TAR) se refiere a los medicamentos utilizados para tratar la infección por VIH. La TAR puede retrasar la replicación del VIH y el deterioro del sistema inmune, mejorando la sobreviva, y la calidad de vida.Cuando el VIH infecta una célula del cuerpo, copia su propio código genético en el código genético de la célula. De esta manera, la célula está “programada” para crear nuevas copias del VIH en las células inmunes del cuerpo (células -T o células CD4+). Aun cuando la TAR no puede curar la infección por VIH, ayuda a suprimir el virus y retrasar la aparición del SIDA.Tratamientos disponibles:Inhibidores de la Proteasa (IP).-Los IP evitan el ensamblado exitoso del VIH y su liberación desde una célula CD4+ infectada, fijándose directamente a la enzima proteasa y bloqueando la maduración de proteínas virales. Cuando se bloquea la proteasa, las copias nuevas del VIH no son capaces de infectar células nuevas.Inhibidores No-Nucleósidos de la Transcriptasa Reversa (NNRTI, por sus siglas en ingles).-Los NNRTIs detienen la producción de VIH fijándose directamente a la enzima transcriptasa reversa y evitando la conversión del material genético del virus de ARN a ADN. El material genético del VIH debe estar bajo la forma de ADN para infectar a las células CD4+.Inhibidores de la Transcriptasa Reversa Nucleósidos (NRTI).-Los NRTIs contienen versiones defectuosas de los bloques constituyentes que utiliza la enzima transcriptasa reversa para convertir el ARN en ADN4. Los NRTIs detienen el proceso de conversión incorporándose al ADN del virus. El ADN resultante está incompleto y no puede crear virus nuevos.Inhibidores de la Entrada (IE).-Los inhibidores de la entrada o fusión funcionan evitando que el VIH entre a las células CD4+ sanas. Actúan bloqueando proteínas específicas de la superficie ya sea del VIH o de la célula CD4+, que son necesarias para que el virus logre entrar a la célulaEl apego al tratamiento por el tiempo indicado es vital, porque la falta de cumplimiento y/o la inconsistencia disminuyen la cantidad del fármaco en el cuerpo del paciente para combatir al virus, lo que a su vez provoca su reproducción y permite al VIH/ SIDA desarrollar mutaciones que pueden proteger al virus de los efectos de los fármacos antirretrovirales, desarrollando resistencia. María del Carmen Ramos Santos, especialista en medicina interna del Hospital Regional del IMSS “Ignacio Zaragoza”, dijo que actualmente existen diversos medicamentos antirretrovirales que bloquean la replicación del VIH y lo atacan en diferentes partes de su ciclo vital, por lo que un tratamiento eficaz debe incluir dos o tres antirretrovirales simultáneamente. Esto permite al sistema inmunitario suprimir la actividad del virus, como es el caso de Aptivus (tipranavir) de Boehringer Ingelheim Promeco, el cual logra la indetectabilidad del virus en el organismo. La doctora Rosas Dossetti presentó uno de los estudios clínicos más grandes con un antirretroviral. El proyecto se tituló RESIST y comparó tipranavir combinado con ritonavir (tipranavir/r) versus un grupo de tres inhibidores de proteasa también potenciados con ritonavir. Los pacientes que tomaron tipranavir/r lograron tasas de respuesta terapéutica casi tres veces mayores que los que tomaron los otros inhibidores (20.9% vs. 7.5%). La adición de tipranavir/r al arsenal anti-VIH/SIDA proporcionó a los pacientes previamente tratados contra el VIH/SIDA una nueva alternativa e hizo posible que alcanzaran la meta terapéutica de una carga viral indetectable durante un periodo sostenido. Los inhibidores de la proteasa, dentro de los antirretrovirales, son la mayor y mejor alternativa para tratar a los pacientes con esta enfermedad. Aptivus, tratamiento que combinado con ritonavir, presenta la barrera genética más alta entre los inhibidores de la proteasa, esto es, dificulta al VIH desarrollar resistencia contra el fármaco y ofrece la mayor potencia ante el VIH resistente.Muchos investigadores han reportado la transmisión de virus resistente a fármacos de una persona a otra. En consecuencia, incluso los pacientes que nunca han tomado ningún medicamento antirretroviral pueden tener una menor sensibilidad a uno o más de estos fármacos. Del 2002 al 2003, la transmisión de virus resistente a fármacos va en aumento.Y, las pruebas de resistencia, junto con el cumplimiento del paciente con el tratamiento prescrito, pueden ayudar a maximizar el beneficio de un esquema de tratamiento antirretroviral. Una vez que los médicos detectan que un paciente tiene una sensibilidad disminuida a ciertos fármacos, pueden modificar los esquemas de tratamiento para tratar de controlar el virus.Existen dos modalidades de pruebas para detectar la sensibilidad disminuida de genotipificación y de fenotipificación:Las pruebas de genotipificación examinan el código genético del VIH y buscan las mutaciones de la resistencia a los fármacos que están presentes en los genes virales.Las pruebas de fenotipificación examinan el comportamiento del virus midiendo la capacidad del virus para crecer en diversas concentraciones de fármacos antirretrovirales.Cabe señalar que Aptivus (tipranavir) es un medicamento antirretroviral que actúa contra el virus que dejó de ser sensible a otros tratamientos existentes, en combinación con otros antirretrovirales. Los medicamentos antirretrovirales bloquean la replicación del VIH y en consecuencia, permiten al sistema inmune suprimir la actividad del virus. Existen cuatro clases de medicamentos antirretrovirales y todos bloquean la replicación del VIH de diferente manera.Aptivus es parte de la clase de antirretrovirales inhibidores de la proteasa (IP) que se fijan a la enzima proteasa (necesaria para finalizar el proceso de replicación del VIH) y la bloquean para evitar que actúe, lo que previene que el virus produzca nuevos viriones activos, es decir, infecciosos.
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