Alcanza la depresión a La población infantil
Yamel Viloria Tavera
MEXICO.-La depresión ha alcanzado a los niños, quienes padecen este mal ya sea por herencia, o bien por los problemas intrafamiliares o el maltrato de que puedan ser objeto.
Esto representa un alerta en el sector médico, pues la depresión es un mal que aqueja a un importante porcentaje de la población, sean adultos, jóvenes o menores, ante lo cual en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE se establecen nuevos mecanismos para contrarrestar esta alteración, como es el caso de la aplicación de neuroestimuladores
Este tipo de intervención será la primera que se realice en el sector salud y permitirá al derechohabiente controlar las crisis y reducir la dependencia a .los medicamentos.
Al respecto, el doctor Manuel Hernández Salazar, cirujano adscrito y jefe de Enseñanza e Investigación de la Coordinación de Servicios Modulares de este centro hospitalario explicó que la generalización de la depresión entre la población se debe a que existen diversos aspectos, como los hereditarios, pues si los abuelos o padres tuvieron problemas de depresión, el porcentaje de que los hijos cursen por un episodio es mayor respecto de quienes no tienen estos antecedentes.
Otro factor es la condición social de la persona, ya que los problemas familiares, económicos, la baja autoestima, los vicios y las adicciones, así como el maltrato al menor, están asociados a la patología.
El doctor Hernández Salazar, quién asistió a la Universidad de Colonia, Alemania, para especializarse en este rubro, destacó que el neuroestimulador funciona de manera similar a la de un marcapasos, sólo que éste es a nivel cerebral, controlando los impulsos que pueden conducir a la depresión.
Explicó que este tipo de aparatos ya ha sido colocado a personas con problemas de Parkinson, epilepsia, bulimia, anorexia, agresividad y ahora se busca controlar la depresión.
El neuroestimulador se coloca por debajo de la piel sobre el nervio vago, en el lado izquierdo del cuello, haciendo una incisión de tres centímetros; contiene un cable con tres abrazaderas que atrapan al nervio.
Una vez implantado es posible medir la actividad eléctrica del cerebro con una microcomputadora, y así, cuando el paciente está propenso a sufrir algún episodio de depresión se activa el mecanismo del aparato.
Hernández Salazar recalcó que la aplicación de neuroestimuladores está indicada para pacientes que no responden a los tratamientos convencionales ni a los fármacos; los candidatos a este implante son seleccionados por un comité multidisciplinario, principalmente compuesto por psiquiatras.
“Tenemos tres pacientes que fueron elegidos, ya que no han respondido a ninguno de los tratamientos que se les han hecho”, puntualizó. La condición de estas personas es que carecen de ánimo para realizar las actividades cotidianas, incluso las más elementales como atenderse a sí mismos o cumplir hábitos de limpieza; frecuentemente sufren cambios de humor hacia la agresividad pero más a la tristeza; añoran las cosas que ya pasaron, viven de muchos recuerdos y quieren perder la vida.
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