PSORIASIS, ENFERMEDAD DE LA PIEL NO CONTAGIOSA
René Dávila
MÉXICO.-En nuestro país, de 2 a 3% de la población padece psoriasis, una enfermedad de la piel de causa desconocida, que no es contagiosa y se caracteriza por enrojecimiento y descamación, ajustada generalmente a la piel cabelluda, codos, rodillas, piernas, brazos, glúteos o cadera.
Si bien no causa la muerte, el mayor impacto de esta enfermedad lo tiene el hecho de la visibilidad de las lesiones, los frecuentes síntomas de comezón, picazón, formación de escamas y su naturaleza crónica que se controla y vuelve a aparecer, lo que causa sufrimiento en los pacientes al sentirse rechazados en sus círculos sociales, propiciando periodos de ansiedad y depresión.
Gladys León Dorantes, investigadora del Servicio de Dermatología del Hospital General de México, de la Secretaría de Salud, explicó que por lo anterior, es importante que además de los que padecen psoriasis, el público en general conozca más acerca de esta enfermedad, de la cual se desconoce su origen, pero se sabe que existe una predisposición genética o hereditaria, pero que no basta para que ocurra, pues hay otros factores que pueden iniciarla o “detonarla”.
La forma más común es la llamada psoriasis vulgar o “en placas”; sin embargo puede afectar también pliegues, genitales e incluso las uñas. Otras personas desarrollan una parecida a la artritis, llamada artropatía psoriásica.
La psoriasis se desarrolla tanto en hombres como en mujeres, la mayor frecuencia se observa en adultos jóvenes, aunque en la mayoría de los casos es una afección leve, es decir, de poca extensión, hay quienes la desarrollan severa y grave.
Los factores que influyen para desarrollar esta enfermedad son las infecciones frecuentes, en especial causadas por un germen llamado estreptococo; Ingerir medicamentos, como los que se emplean para calmar dolores (por ejemplo aspirina y algunos antinflamatorios), litio, y otros; ejercer presión o fricción intensa y/o continua sobre la piel; vivir en clima frío y con periodos cortos de luz solar; sufrir de estrés psicológico agudo o persistente, y fumar o beber alcohol en forma intensa.
Asimismo, se conoce que los individuos con psoriasis padecen con mayor frecuencia obesidad, diabetes o presión arterial alta, debido posiblemente a la depresión que les causa esta enfermedad por el rechazo de la sociedad y el mal aspecto físico que los obliga a permanecer en casa.
Actualmente existen diversas formas de tratar la psoriasis. Los casos leves se atienden con medicamentos aplicados directamente a las lesiones (tópicos), primordialmente ungüentos con los llamados “análogos de vitamina D”.
También se emplean tratamientos con base en luz ultravioleta (fotolumínico) y medicamentos tomados (sistémico). Recientemente se ha desarrollado una serie de productos inyectados ( terapia biológica), a base de los llamados anticuerpos monoclonales o proteínas de fusión, que permiten vislumbrar un mejor control a largo plazo de la psoriasis.
Este tipo de terapia está indicada para el tratamiento de pacientes adultos con psoriasis en placa moderada a severa, permitiendo el control debido a que actúa sobre todo el proceso de la patogénesis del padecimiento, es decir, inhibe la activación de las células T en el sistema linfático y su unión a las células endoteliales.
En la Clínica de Psoriasis del Servicio de Dermatología del Hospital General de México se han realizado numerosos estudios de investigación sobre diferentes tratamientos para la psoriasis, además de contar con un departamento de fototerapia. Por otro lado, colaboran con grupos de investigación básica del Instituto Politécnico Nacional y desde hace cinco años, el grupo de pacientes asistentes a la clínica formó la Asociación Mexicana de Lucha contra la Psoriasis, A.C. que trabaja intensamente en la educación y apoyo a los pacientes y sus familias.
René Dávila
MÉXICO.-En nuestro país, de 2 a 3% de la población padece psoriasis, una enfermedad de la piel de causa desconocida, que no es contagiosa y se caracteriza por enrojecimiento y descamación, ajustada generalmente a la piel cabelluda, codos, rodillas, piernas, brazos, glúteos o cadera.
Si bien no causa la muerte, el mayor impacto de esta enfermedad lo tiene el hecho de la visibilidad de las lesiones, los frecuentes síntomas de comezón, picazón, formación de escamas y su naturaleza crónica que se controla y vuelve a aparecer, lo que causa sufrimiento en los pacientes al sentirse rechazados en sus círculos sociales, propiciando periodos de ansiedad y depresión.
Gladys León Dorantes, investigadora del Servicio de Dermatología del Hospital General de México, de la Secretaría de Salud, explicó que por lo anterior, es importante que además de los que padecen psoriasis, el público en general conozca más acerca de esta enfermedad, de la cual se desconoce su origen, pero se sabe que existe una predisposición genética o hereditaria, pero que no basta para que ocurra, pues hay otros factores que pueden iniciarla o “detonarla”.
La forma más común es la llamada psoriasis vulgar o “en placas”; sin embargo puede afectar también pliegues, genitales e incluso las uñas. Otras personas desarrollan una parecida a la artritis, llamada artropatía psoriásica.
La psoriasis se desarrolla tanto en hombres como en mujeres, la mayor frecuencia se observa en adultos jóvenes, aunque en la mayoría de los casos es una afección leve, es decir, de poca extensión, hay quienes la desarrollan severa y grave.
Los factores que influyen para desarrollar esta enfermedad son las infecciones frecuentes, en especial causadas por un germen llamado estreptococo; Ingerir medicamentos, como los que se emplean para calmar dolores (por ejemplo aspirina y algunos antinflamatorios), litio, y otros; ejercer presión o fricción intensa y/o continua sobre la piel; vivir en clima frío y con periodos cortos de luz solar; sufrir de estrés psicológico agudo o persistente, y fumar o beber alcohol en forma intensa.
Asimismo, se conoce que los individuos con psoriasis padecen con mayor frecuencia obesidad, diabetes o presión arterial alta, debido posiblemente a la depresión que les causa esta enfermedad por el rechazo de la sociedad y el mal aspecto físico que los obliga a permanecer en casa.
Actualmente existen diversas formas de tratar la psoriasis. Los casos leves se atienden con medicamentos aplicados directamente a las lesiones (tópicos), primordialmente ungüentos con los llamados “análogos de vitamina D”.
También se emplean tratamientos con base en luz ultravioleta (fotolumínico) y medicamentos tomados (sistémico). Recientemente se ha desarrollado una serie de productos inyectados ( terapia biológica), a base de los llamados anticuerpos monoclonales o proteínas de fusión, que permiten vislumbrar un mejor control a largo plazo de la psoriasis.
Este tipo de terapia está indicada para el tratamiento de pacientes adultos con psoriasis en placa moderada a severa, permitiendo el control debido a que actúa sobre todo el proceso de la patogénesis del padecimiento, es decir, inhibe la activación de las células T en el sistema linfático y su unión a las células endoteliales.
En la Clínica de Psoriasis del Servicio de Dermatología del Hospital General de México se han realizado numerosos estudios de investigación sobre diferentes tratamientos para la psoriasis, además de contar con un departamento de fototerapia. Por otro lado, colaboran con grupos de investigación básica del Instituto Politécnico Nacional y desde hace cinco años, el grupo de pacientes asistentes a la clínica formó la Asociación Mexicana de Lucha contra la Psoriasis, A.C. que trabaja intensamente en la educación y apoyo a los pacientes y sus familias.
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