TOXINA BOTULINICA CONTRA LA DISFONÍA ESPÁSTICA
René Dávila
29 de Noviembre de 2007
MÉXICO.-La disfonía espástica es un trastorno de la voz caracterizado por movimientos involuntarios y espasmos de la laringe, cuyos músculos se contraen hasta el punto en que dificultan el habla. Los síntomas usualmente se inician después de un episodio de infección respiratoria o durante un lapso de estrés emocional.De acuerdo con el Instituto de Investigación de Enfermedades Raras de España, este padecimiento afecta a 3 o 4 personas por cada diez mil habitantes. Por su parte, la Asociación Española de Disfonía Espasmódica señala que es más común en las mujeres, ocho la padecen por cada hombre con esta patología. Alejandro Vargas Aguayo, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que quienes la padecen tienen dificultad para iniciar la fonación, por lo que, al hablar, emiten una voz forzada y entrecortada. Detalló que tiene mayor incidencia entre los 30 y 50 años de edad.El especialista dijo que el Instituto brinda a sus pacientes tratamiento farmacológico, quirúrgico y la inyección de toxina botulínica; esta última es una neurotoxina comúnmente utilizada para tratamientos con fines estéticos, pero que en personas con disfonía espástica se abre como una alternativa para su tratamiento.Desde hace tres años se emplea la toxina botulínica con buenos resultados en el control de síntomas; este procedimiento consiste en una inyección que atraviesa la piel del cuello, viendo la laringe a través de un aparato llamado nasofaringoscopeo y aplicándolo en las cuerdas vocales; a partir de las 48 horas, el paciente comenzará a notar los cambios y su voz empezará a escucharse. En cuanto a la cirugía, se hace una incisión a través del cuello para seccionar el nervio laríngeo superior y como éste se encarga del movimiento de la cuerda, al cortarlo se desplaza hacia el centro, con lo cual se corrige la disfonía en forma parcial, por lo que los pacientes son canalizados a la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Región Sur, al Servicio de Comunicación Humana, para rehabilitación.Ahí, reciben consejos de higiene foniátrica sobre cuidados de la laringe, como evitar gritar, comer alimentos secos, dar estimulación con un aparato energía eléctrica que mejora la movilidad de las cuerdas vocales, reeducación respiratoria, para no respirar con la boca y relajación del cuello y músculos en general, pues se trata de pacientes tensos y nerviosos con situaciones de estrés, que perpetúan el problema.Más que una enfermedad que cause problemas para comer o respirar, apuntó el médico, la disfonía espástica implica que el individuo no puede comunicarse de forma adecuada, lo que impacta negativamente en su ambiente laboral, en sus relaciones personales o ante una posible entrevista de trabajo, razones por las que en el Instituto hay una comunicación estrecha entre los servicios de Otorrinolaringología, Neurología y de Psicología, para dar una recuperación integral de salud física y mental.Aunque no se conoce la causa de la enfermedad, un estudio citado por la Asociación de Ayuda contra la Disfonía de Cataluña señala que un 20 por ciento de las personas con disfonía espástica tiene un familiar con el mismo padecimiento.
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