(HEPATITIS)Higados Obesos provocan hepatitis


Higados Obesos provocan hepatitis
René Dávila

MEXICO.-Las enfermedades más frecuentes del hígado en México son las producidas por los virus Hepatitis tipo a, b y c, indica un reporte del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y de la Secretaría de Salud (SS).
* La hepatitis por virus a, es infecciosa y se produce por falta de higiene, alta contaminación en el medio ambiente, consumo de alimentos en la vía pública, entre otros factores. El 90% de las personas que lo adquiere en edad temprana, sana completamente sin dejar secuelas en el sistema inmunológico.
* Las hepatitis b y c son virus más agresivos y se adquieren por medio de transfusiones sanguíneas a las que se someten hemofílicos, pacientes que se realizan hemodiálisis, adictos a drogas, trabajadores de la salud que efectúan intervenciones quirúrgicas y están en contacto con sangre que puede estar contaminada. Se calcula que el 20 % de las personas que han adquirido el virus tipo b no lo logran desechar y puede resultar en hepatitis crónica. Posteriormente, resultará cirrosis crónica y, finalmente, en cáncer de hígado.
* El caso del virus de tipo c es el más difícil de detectar y combatir por su capacidad de mutación. El 80% de los pacientes no logra eliminarlo por completo, por lo que puede producir tumores o cáncer.
Un 25% de pacientes con hígado graso pueden terminar en un plazo de 10 años con una cirrosis hepática. Normalmente el hígado tiene 5g de grasa por cada 100g de peso. Cuando se diagnostica la esteatosis hepática no alcohólica, este órgano tiene más de un 5% de su peso total con contenido graso.
El caso de la cirrosis hepática, está entre las principales causas de muerte en México. Ataca a la población que se encuentra en edad productiva, entre 20 y 50 años. La pancreatitis, así como la cirrosis en el hígado, pueden ser resultado del abuso del alcohol. Sin embargo, sólo el 20% de la población que abusa del consumo de bebidas alcohólicas desarrollará alguna enfermedad en el hígado. Igualmente, las enfermedades del páncreas, se pueden dar también porque los cálculos en la vesícula se pasan a los conductos y se atoran, dando como resultado inflamación de éste órgano.
Niños y adultos con obesidad se enfrentan a un gran problema: el hígado graso. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Hospital Universitario San Cecilio, en España, revelan que el 80% de los adultos y el 50% de los niños obesos padecen de esteatosis hepática no alcohólica, que puede convertirse en cirrosis o cáncer de hígado.
Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas (hepatocitos) y se asocia principalmente a la presencia de Síndrome Metabólico, obesidad, diabetes, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. Algunos estudios revelan que es más frecuente en mujeres que en hombres, sin embargo, es posible encontrar personas con hígado graso sin estos factores de riesgo.
Al inicio, el hígado graso es asintomático, sin embargo, cuando el mal es crónico se registra pérdida de peso, debilidad y fatiga. Clínicamente se observa que el hígado deja de trabajar correctamente y permite la llegada al cerebro de grandes cantidades de amonio, lo que ocasiona cambios neurológicos.
Por ahora, la forma más común de diagnosticar la enfermedad es a través de la ecografía, tomografía computada o resonancia magnética. En otras ocasiones se utiliza la biopsia hepática para diferenciar entre la “esteatosis simple” (acumulación de grasa) y "esteatohepatitis" (grasa asociada a inflamación y fibrosis).
En el tratamiento, se ha visto que un cambio en el régimen alimenticio junto con L-ornitina y L-aspartato (Hepa-Merz), fármaco del laboratorio alemán Merz Pharma, mejoran de manera significativa las funciones del hígado y elevan la calidad de vida de los pacientes.

CUIDADOS DEL HÍGADO

-Evitar cambios bruscos de peso.

-Disminuir la ingesta de alimentos grasosos, como chorizo, tocino, carne roja y embutidos; así como de productos con azúcar refinada, como galletas, chocolates y pasteles.

-Evitar el consumo de cualquier tipo de bebida con alcohol.

-Cenar 3 ó 4 horas antes de acostarse.

-Entre cada comida es recomendable dejar pasar un lapso de 4 horas, para que no se sobrecargue el trabajo del hígado.

-Consumir cereales integrales y alimentos naturales, como arroz, pastas, trigo, frutas y verduras, pollo y pescado.

-Realizar ejercicio diario.


linocalderon2000@gmail.com
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