BIPOLARIDAD; EUFORIA Y TRISTEZA PERTURBA A DOS MILLONES DE MEXICANOS
René Dávila
MÉXICO.-El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica que afecta a cerca de 2 millones de mexicanos y representa la sexta causa de incapacidad a nivel mundial. De acuerdo a especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el primer episodio de esta enfermedad también conocida como trastorno “maníaco-depresivo” aparece entre los 15 y 20 años de edad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es muy difícil detectar este trastorno ya que puede confundirse con rasgos de carácter personal como ser impulsivo, irritable e hiperactivo; y el diagnostico puede tardarse de 5 a 10 años, no obstante, se estima que dos de cada 100 personas en el mundo lo padece.
El doctor Miguel Ángel Zamora Olvera del Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar No. 10, comentó que este padecimiento se caracteriza por exaltar los extremos afectivos en episodios de de manía o hipomanía y depresión.
En la manía bipolar, el paciente manifiesta intensa alegría, disminución de la necesidad de descanso, baja autoestima, falta de sueño, pensamiento acelerado y desordenado, además de presentar comportamiento impulsivo, agitación agresión, alucinaciones y delirios.
En la etapa depresiva muestra sentimientos de tristeza y desesperación, falta de energía, poco apetito, dificultad para concentrarse, apatía y pensamientos suicidas; de hecho, la mitad de los individuos con este padecimiento intentan, al menos una vez en su vida, suicidarse.
El tratamiento que se brinda es con fármacos y terapia psicológica, en la que se ayuda tanto al paciente como a los familiares a entender este malestar. Para tratar este tipo de trastorno es el psiquiatra, ya que proporciona el tratamiento médico adecuado para disminuir la frecuencia de los episodios maniacos o depresivos y controlarlos a largo plazo.
Se cuenta con medicamentos que no provocan efectos colaterales y controlan las alteraciones del estado de ánimo como: antisicóticos, antiepiléptico, antidepresivos, estabilizador del ánimo, etc. Con este tratamiento hemos logrado que los pacientes recuperen su funcionalidad y regresen a sus actividades familiares, sociales, académicas o laborales en poco tiempo.
El núcleo familiar juega un papel importante para el paciente, la actitud frente al trastorno constituye uno de los pilares básicos para minimizar los efectos de la enfermedad y lograr que su ser querido no abandone el tratamiento.
Por último, invitó a los padres a estar alertas con el comportamiento de los adolescentes, ya que generalmente en esta entidad el primer episodio se manifiesta de manera depresiva.
René Dávila
MÉXICO.-El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica que afecta a cerca de 2 millones de mexicanos y representa la sexta causa de incapacidad a nivel mundial. De acuerdo a especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el primer episodio de esta enfermedad también conocida como trastorno “maníaco-depresivo” aparece entre los 15 y 20 años de edad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es muy difícil detectar este trastorno ya que puede confundirse con rasgos de carácter personal como ser impulsivo, irritable e hiperactivo; y el diagnostico puede tardarse de 5 a 10 años, no obstante, se estima que dos de cada 100 personas en el mundo lo padece.
El doctor Miguel Ángel Zamora Olvera del Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar No. 10, comentó que este padecimiento se caracteriza por exaltar los extremos afectivos en episodios de de manía o hipomanía y depresión.
En la manía bipolar, el paciente manifiesta intensa alegría, disminución de la necesidad de descanso, baja autoestima, falta de sueño, pensamiento acelerado y desordenado, además de presentar comportamiento impulsivo, agitación agresión, alucinaciones y delirios.
En la etapa depresiva muestra sentimientos de tristeza y desesperación, falta de energía, poco apetito, dificultad para concentrarse, apatía y pensamientos suicidas; de hecho, la mitad de los individuos con este padecimiento intentan, al menos una vez en su vida, suicidarse.
El tratamiento que se brinda es con fármacos y terapia psicológica, en la que se ayuda tanto al paciente como a los familiares a entender este malestar. Para tratar este tipo de trastorno es el psiquiatra, ya que proporciona el tratamiento médico adecuado para disminuir la frecuencia de los episodios maniacos o depresivos y controlarlos a largo plazo.
Se cuenta con medicamentos que no provocan efectos colaterales y controlan las alteraciones del estado de ánimo como: antisicóticos, antiepiléptico, antidepresivos, estabilizador del ánimo, etc. Con este tratamiento hemos logrado que los pacientes recuperen su funcionalidad y regresen a sus actividades familiares, sociales, académicas o laborales en poco tiempo.
El núcleo familiar juega un papel importante para el paciente, la actitud frente al trastorno constituye uno de los pilares básicos para minimizar los efectos de la enfermedad y lograr que su ser querido no abandone el tratamiento.
Por último, invitó a los padres a estar alertas con el comportamiento de los adolescentes, ya que generalmente en esta entidad el primer episodio se manifiesta de manera depresiva.
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