PARA VIVIR CON HIPERTENSIÓN: LOS MEDICAMENTOS DE VANGUARDIA, BEBER VINO Y TENER SEXO, REDUCE EL RIESGO DE PADECER PROBLEMAS CARDIOVASCULARES
René Dávila
MÉXICO.-La hipertensión, que es una de las primeras causas de mortalidad en nuestro país, y es una enfermedad silenciosa que de no ser tratada a tiempo puede generar estragos en la salud. Al igual que el colesterol elevado (dislipidemias), la diabetes, la obesidad y el consumo exagerado de tabaco.
La tensión arterial es la presión o fuerza de la sangre que corre por las arterias, ejerciendo presión en las paredes de las arterias. Y en la actualidad 16 millones de personas en México la padecen, aunque sólo el 15% de los pacientes con hipertensión son controlados.
De acuerdo con el cardiólogo Francisco Javier León Hernández, la hipertensión arterial sistémica es un factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, y la prevalencia de personas con este malestar asciende al 30.8%.
La hipertensión arterial sistémica, es el aumento de la tensión arterial por encima de los valores normales 120/80. Esta elevación puede manifestarse de forma crónica y afectar paulatinamente al corazón y a los vasos sanguíneos.
Existen dos tipos de hipertensión: Hipertensión arterial sistémica primaria e hipertensión arterial sistémica secundaria.
LA HIPERTENSIÓN PRIMARIA, la constituye entre el 90 y 95 % de todos los casos de presión arterial alta. Las principales causas son: el género (los hombres tienen mayor predisposición a desarrollar la enfermedad que las mujeres hasta que éstas llegan a la menopausia), la edad (las arterias se vuelven más rígidas) y la herencia (cuando una persona tiene padres hipertensos, la posibilidad de desarrollar hipertensión se duplica).
También, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales, el llevar un estilo de vida sedentaria, el tener altos niveles de estrés, el tener una alimentación alta en grasas saturadas, entre otros.
LA HIPERTENSIÓN SECUNDARIA es causada por otra enfermedad o afección que no es directamente del corazón o del sistema circulatorio, sin embargo, registra el 5% restante de los pacientes que sufren presión arterial alta. Algunas de las causas son: las enfermedades renales, las infecciones crónicas de riñón así como las alteraciones hormonales.
Actualmente, existen algunos medicamentos que ayudan a corregir y a prevenir problemas cardiovasculares, no obstante existen otros que desde la era mitológica han dejado ver sus efectos benéficos en la salud: EL VINO
El consumo moderado y continuo de vino tiene efectos importantes en el cuidado del corazón. La ingesta diaria de dos copas de vino tinto en la comida durante seis meses ayuda a la prevención de enfermedades relacionadas con el corazón, reduce de forma significativa los niveles de la fracción de colesterol LDL o “malo”, que ocasiona más riesgo para enfermedades en el corazón y cerebro y aumenta en la sangre el colesterol HDL “bueno” o “protector”. También mantiene una presión arterial óptima y una baja mortalidad por infarto de miocardio.
EL SEXO
Reduce hasta en un 50% los riesgos de sufrir infartos. Esta demostrado que las personas que tienen más de 100 relaciones sexuales al año disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. “Hacer el amor cuantas veces sea posible contribuye a la mejoría cardiovascular”, afirma el doctor Enrique Gómez Álvarez, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital 20 de Noviembre y miembro de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis.
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Reducen las complicaciones de la hipertensión ( daño a órgano blanco ) como lesión en cerebro, corazón, riñones y vasos sanguíneos. El Olmesartán Medoxomilo ha demostrado su eficacia antihipertensiva (solo o combinado) y su perfil de seguridad (factor clave para que los pacientes se adhieran a las indicaciones médicas) y prácticamente sin efectos secundarios, favoreciendo la adherencia al tratamiento.
En el 2007, la combinación fija de Olmesartán Medoxomilo e Hidroclorotiazida en una sola tableta fue introducida en México, como alternativa de tratamiento para pacientes con cifras tensionales más altas o de difícil control (alcance de las metas); llama la atención el caso de los pacientes diabéticos, de los cuales el 50% son hipertensos y donde apenas se llega a controlar al 1.7% con las cifras de tensión arterial sugeridas, que debido al alto riesgo cardiovascular del diabético son aún más exigentes (130/80).
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