(CARDIOLOGIA) Uso de células madre en pacientes con insuficiencia cardiaca


USO DE CÉLULAS MADRE EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA CARDIACA
René Dávila
MÉXICO.-El doctor Rubén Argüero Sánchez, quien realizó el primer trasplante de corazón en México en 1985, aseguró que actualmente el uso de células madre en insuficiencia cardiaca es todo un éxito en nuestro país, pues de los 90 pacientes que en tres años y cinco meses ha intervenido para utilizar este método, 86 de ellos siguen con vida.
El actual director del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, destacó que las células madre utilizadas para inyectar al músculo cardiaco se obtienen de la propia sangre que genera la médula ósea del paciente, no del cordón umbilical, al considerar que la donación de éste último “es sólo un buen negocio, porque no sirven más que para los niños y no para los adultos”.
Durante su conferencia magistral “Uso de Células Madre en Insuficiencia Cardiaca”, el doctor Argüero Sánchez aclaró que en el futuro la medicina genómica seguramente será fundamental para lograr que las células madre del cordón umbilical puedan tener un uso para la reprogramación genética, pero en la actualidad funcionan las que se obtienen de la sangre de un joven o adulto sano, y “pueden guardarse para utilizarse posteriormente en ese mismo individuo, ya que pueden durar hasta 100 años”.
Citó como ejemplo que de sus pacientes se obtienen de 50 a 70 mililitros de células madre. “Se usan de 26 a 30 mililitros en una operación de insuficiencia cardiaca y hemos optado en los últimos meses por guardar las células madre que sobran, porque ese mismo sujeto puede tener una insuficiencia renal, una cirrosis hepática o presentar otros problemas y podemos utilizarlas en el mismo paciente”, añadió.
Insistió en que desde su punto de vista muy personal “guardar el cordón umbilical actualmente es sólo un excelente negocio y no sirve para nada, porque la cantidad de células que se requieren son mayores y las que contiene el cordón son mínimas; en realidad esto va a servir, teóricamente para el niño, pero no para el abuelo, ni para el padre o la madre ni para nadie más”.
Para el cardiólogo, lo que se debe hacer, “es donar todos los cordones umbilicales a una fundación internacional, para conformar un banco donde se pueden establecer las separaciones correspondientes para poder hacerlos útiles en el mundo”.
Inyecta al corazón hasta 2.8 millones de células madre por cada mililitro, durante una intervención, con lo cual se logra una mejora del 95 por ciento en la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca.
A pesar de lo anterior, aseguró que el problema de insuficiencia cardiaca en nuestro país no está solucionado. Con la manipulación genética, en el futuro se podría terminar con este padecimiento. También comentó que entre los factores de riesgo que pueden derivar en un problema de insuficiencia cardiaca están la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, el mal control de la diabetes y la hipertensión, lo que coloca a México como el país número uno en enfermedades cardiacas.
Y, recordó que la alimentación de nuestros antepasados, como los aztecas “era mejor, por lo que debemos retomar los buenos hábitos alimenticios, como consumir nopal, hierbas, aguacate, pescado, frutas, entre otros”.
En el caso de México, el conocimiento sobre el cordón umbilical y las células madre que se obtienen está en ciernes. “Se utiliza para las enfermedades hematológicas como leucemia, aplasias, entre otras, pero en el futuro se podrá utilizar hasta para formar incluso órganos; vamos bien, no estamos en pañales, pero aún falta mucho por hacer, acotó.
Durante su exposición, el doctor recordó que fue en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional, donde junto con el fallecido doctor e investigador Hugo Aréchiga y otros destacados investigadores, trabajaron para aislar células de carácter contráctil y fue con ellos cuando “aterrizamos el hecho de intentar obtener células de la matriz y del colon, pero el mejor resultado fue el de las células contráctiles de la vejiga del embrión de pollo, y fue un trabajo que se presentó en Japón”.
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