71º CONGRESO DEL COLEGIO AMERICANO DE REUMATOLOGÍA
*Importancia de los medicamentos biológicos como una nueva esperanza en el tratamiento
René Dávila
MEXICO.-Si sufre de dolor e inflamación de las articulaciones, rigidez, o sus huesos (principalmente de las manos) están agrandadas o deformes (como dedos torcidos hacia el meñique o las muñecas hinchadas), que sus articulaciones estén congeladas (que se quedan fijas en una posición) y tiene entre 30 y 40, sobre todo más de 50 años, sufre de artritis reumatoide (AR), y en los dos primeros años, evoluciona rápido, reduciendo la esperanza de vida entre 3 y 18 años.
Otros de los síntomas que pueden padecer o tienen un millón y medio de mexicanos, son quistes detrás de las rodillas (que pueden romperse y producir dolor e inflamación de la pierna), nódulos duros (abultamientos por debajo de la piel de las articulaciones afectadas), fiebre baja, inflación de los vasos de la sangre (vasculitis que provoca lesiones de los nervios y úlcera en las piernas). También, inflamación de las membranas que rodean los pulmones (pleuritis), del saco que rodea el corazón (pericarditis) o bien inflamación y cicatrización de los pulmones (que puede provocar dolor en el pecho, dificultad para respirar y funcionamiento anormal del corazón), ganglios linfáticos inflamados, síndrome de Sjögren (resequedad de los ojos y boca) e inflamación del ojo.
Sin embargo, los medicamentos biológicos como Mabthera (Rituximab), significan una nueva alternativa de terapia para la AR, que en la mayoría de los casos se tratan de forma tradicional con fármacos moduladores de la respuesta de la enfermedad, conocidos como FARMEs. El 60% de los pacientes responde adecuadamente y el 40% no, como se dio a conocer durante el 71º Congreso del Colegio Americano de Reumatología.
Para dar a conocer dicha información, se llevó a cabo el taller Nuevas tendencias en el tratamiento de la Artritis Reumatoide, por las doctoras Ángeles Díaz Ceballos y Patricia Sosa, reumatólogas mexicanas y participantes en dicho evento norteamericano, donde quedó de manifiesto que los principales retos en el tratamiento de la artritis reumatoide, son la detección temprana y el tratamiento oportuno y eficaz, dirigido a prevenir consecuencias irreversibles en el paciente o incluso, una discapacidad permanente.
Este padecimiento se ha duplicado en México en tan sólo tres años. En 2004, se tenía el estimado de 750 mil enfermos y ahora, las cifras rebasan el millón y medio de personas con este mal, de ahí la importancia de utilizar las mejores estrategias de tratamiento disponibles. Y fomentar la revisión periódica para poder asegurar que los pacientes tengan una buena respuesta al tratamiento desde las primeras fases de la enfermedad.
La nueva generación de tratamientos trabaja con linfocitos B, un tipo de célula clave para el organismo que en situaciones normales se encarga de generar los anticuerpos necesarios que después identificarán a los organismos invasores (como bacterias) y las células dañadas por virus u otras enfermedades. En los pacientes con AR, al estar dañado el sistema inmunológico, los linfocitos B tienden a generar un ataque contra los tejidos sanos generando una cascada inflamatoria que daña el hueso y el cartílago de las articulaciones.
Además de ofrecer una opción terapéutica a los pacientes que no responden al tratamiento actual, los nuevos medicamentos biotecnológicos, como Rituximab, combinado con Metotrexate, son una buena opción de tratamiento para los pacientes en fases tempranas, pues pueden ayudarles a disminuir los síntomas de las primeras fases y lo más importante a evitar la destrucción de articulaciones y huesos clásica de esta enfermedad, la cual finalmente lleva al paciente a una incapacidad total.
No hay que olvidar que en México, uno de cada cuatro personas mayores de 50 años sufre de artritis reumatoide u osteoartritis, y una de cada cinco entre 20 y 40 años de edad. Y, el 10 por ciento llegan a tener un grado de discapacidad total y un 25 por ciento alcanzará limitaciones considerables.
Ésta enfermedad inflamatoria de causa desconocida, crónica y sistémica, ataca a personas entre los 30 y los 40 años de edad, de las cuales, el 75 por ciento son mujeres. Y, existen 150 tipos de artritis y la Reumatoide se encuentra entre las diez primeras causas de atención médica. Solo el 10% esta siendo tratado por un reumatólogo.
En cuanto a los retos de tratamiento, las especialistas indicaron que las tendencias analizadas durante el congreso, consideran la inclusión de nuevas generaciones de fármacos biotecnológicos que tienen la capacidad de identificar las células que afectan a los tejidos del organismo, sin afectar las células sanas.
Actualmente se calcula que existe alrededor de cinco mil pacientes con AR que no responden satisfactoriamente a ningún fármaco, que además representan los casos más graves y difíciles de tratar, en estos casos Rituximab ha demostrado seguridad y éxito en el control e incluso la remisión de la artritis reumatoide al detener los síntomas y frenar el daño estructural de las articulaciones y por lo tanto, el índice de incapacidad.
Rituximab es un anticuerpo monoclonal que actúa selectivamente sobre los linfocitos B, sin afectar a las células madre. Entre sus características destaca su gran eficacia, larga duración de respuesta, cómoda administración mediante infusión intravenosa (que luego de la primera dosis, la segunda se aplica a los 15 días y después, dependiendo del paciente, a los seis o al año), y con escasos efectos secundarios. Además, este medicamento no aumenta la incidencia de linfomas, un riesgo latente al utilizar otras terapias.
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