“Dolor del suicidio”, provocado por el aire o un simple beso
Yamel Viloria Tavera
MEXICO.-El simple toque con el aire o un beso puede provocar una de las peores molestias, conocida como el “dolor del suicidio”, que afecta a 150 mil personas en el país.
Este padecimiento se conoce médicamente como neuralgia del trigémino, el cual consiste en un dolor intenso e intolerable, parecido a un toque eléctrico y que, en algunas casos, se manifiesta en todo el rostro.
También se conoce como dolor facial atípico, porque el paciente no identifica cuáles son los puntos que desencadenan el dolor y puede ser incapacitante por la intensidad y la frecuencia con la que se presenta.
Al respecto, el doctor Gerardo Guinto, Jefe de Servicios de Neurocirugía del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, explicó que el nervio trigémino a su entrada al cerebro,
específicamente en el tallo cerebral, con frecuencia se encuentra con una arteria o una vena y que, en algunos pacientes, comprime el nervio, pero en otros, en lugar de arteria se localiza una vena, lo que provoca la sintomatología dolorosa.
Pero para este tipo de pacientes, apuntó, existe una alternativa, la cirugía de mínima invasión, denominada “termo coagulación”, que se aplican mediante una corriente de radio frecuencia.
Además de la micro compresión, que tiene menor aplicación, se colocan electrodos en otras partes del cerebro para bloquear la información dolorosa, a fin de que el paciente no la sienta como tal”, señaló.
Con esta serie de pequeñas cirugías, aseveró, se logran excelentes resultados, porque se bloquea o impide que la señal dolorosa llegue a una esfera conciente de la persona afectada y aunque se presente el dolor, no se percibe.
Por su parte, el neurocirujano Ramiro Antonio Pérez de la Torre, adscrito al Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI, expuso que la neuralgia del trigémino afecta a un importante número de mexicanos, por lo que estos
procedimientos se aplican en el IMSS con el objeto de controlar estas condiciones dolorosas, que aquejan a los enfermos por muchos años.
Algunos de los enfermos llegan de regiones muy distantes de la ciudad, con un cuadro doloroso de 10, 15 ó 20 años.
Con estas técnicas, la estancia promedio de algunos enfermos es de 24 horas en hospitalización y se reincorporan a sus actividades en una o dos semanas, con un porcentaje muy alto de éxito.
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